Recordando un poco con respecto a todo lo que ha sucedido en su vida, Elena tenia su grupo de amigos que iniciaron con una idea: librar al mundo del terrorismo. Después de muchas circunstancias de la vida, este grupo de cinco se volvió en una familia de sesenta personas que buscaban cumplir con ese objetivo. Después de la muerte del equipo Alfa de los gemelos, la señal de alerta de todo el equipo en cubierto se activo y llegaron al punto de resguardo. Algunos abandonaron familias y una vida que ya estaba planeada, mientras que otros no tenían nada que dejar. Este sacrificio era por algo mas noble que sus propios deseos o necesidades terrenales, la misión lo era todo.
Elena, Benedek, Claude, Ferrau y Mía eran los lideres del grupo que en un principio pertenecía al Sindicato a cargo del Primer Ministro de la Interpol, un grupo de expertos en misiones antiterroristas y de seguridad mundial. Sin embargo, después de varios sucesos sospechosos, el accidente de avión de Elena, la desaparición de compañeros de trabajo, la muerte del novio de Mía en una misión de paz de la ONU, se activo el programa Medusa para detectar espías dentro de la organización. Aunque en la reunión con el consejo solo se hablo de una parte muy pequeña de lo que se encontró, al final ellos descubrieron una verdad aterradora: la Orden de los Doce; Doce familias que dominaban toda la red del underground o bajo mundo, con dinero y poder para hacer lo que quisieran, el mundo solo era su tablero de ajedrez.
Ante esta verdad aterradora, la única salida era activar el proyecto lo mas pronto posible e iniciar con la neutralización del enemigo de una forma silenciosa. Sin embargo, los detectaron en la misión de la nave espacial, acabando con el equipo alfa, lo mas preocupante es que tenían en sus manos tecnología de ellos y a sus dos mejores aliados, ¿que tanta información saben ahora?
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La gran puerta se abre y detrás de ella se encuentra Bebedek pegado a su súper computadora con una mini joven virtual circulando a su alrededor con devoción.
- Benedek, ya estamos aquí - dijo Elena mitad seria, mitad alegre. El joven giro para recibirla con una gran sonrisa cuando de pronto vio a una persona mas al lado de ella, de pronto el "estamos" lo golpeó mentalmente. Su expresión se torno seria y con mirada asesina hacia Carlos, que cambio en total ternura hacia Elena, quien no sabia si reír o llorar ante la actitud de su amigo.
- Veo que le contaste, entonces ¿no es un espía? - la pregunta tajante y directa género molestia en Carlos. Antes noto la mirada asesina hacia el pero decidió dejarlo pasar puesto que esperaba esa reacción, pero ¿llamarlo espía no era un tanto exagerado?
- Tranquilo Beni, lo has vigilado lo suficiente para saber que no lo es - ¡Boom! ¿vigilado? de pronto, el rostro de Carlos fue inexplicable, es decir, lo habían estado vigilando todo este tiempo y el no sabia, podría haber engañado a Elena y quizás ahorita seria un charco de lodo. Escalofríos recorrieron todo su cuerpo ante la idea, "nota mental: no hacer enojar a Elena".
- Pero aun así, no sabes si realmente no ha mentido todo el tiempo, he sabido...
- ¡Suficiente! - dijo la chica en tono de orden - ¿No confías en mi juicio? ¿Acaso tantos años de trabajo, siendo la líder no son prueba de mis capacidades? Si, Carlos es alguien que no sabe usar armas, no sabe ningún tipo de artes marciales, ni siquiera las aplicaciones adicionales del celular pero es alguien de confianza y que me ha protegido toda la vida. El es mi familia, así como todos en Medusa -
Elena estaba agitada y molesta pero Carlos sentía una tibieza indescriptible en su corazón, definitivamente se amaban... " un momento... ¿me acaba de describir como un inútil?"