Carlos sentía una ligera molestia en su corazón, la mirada de Elena y el cambio de actitud era lo que mas había deseado y soñado, no sabia si era realmente porque lo amaba o por el accidente y miedo a estar sola. Habían pasado tres días desde que despertó y ella se confeso. Debido al trabajo no habían podido verse nuevamente, por lo que él tenia suficiente tiempo para pensar y aburrirse. Su recuperación, si bien no era lenta, tampoco era rápida, finalmente las suturas habían sido retiradas pero no tenia permitido aun caminar libremente, ir al baño era la única actividad que podía realizar. Debido al sangrado interno, cualquier movimiento descuidado podía generar un desgarre interno y una nueva operación. Suspirando mientras miraba el boceto en sus manos, se preguntaba si ella pensaba en el tanto como el en ella. Su hermana Ofelia le daba las noticias de que todas las mañanas y noches preguntaba por su estado de salud, pero ningún mensaje para el.
Tantos años de conocerse y de quererla en secreto, era normal pensar en ella mas que en cualquiera solo que esta vez ya no era amor no correspondido, sentía ansiedad y una ligera picazón en su pecho, ¿qué tanto me amara? ¿en verdad me amara? ¿sera su miedo el que hablo ese día?
La seguridad en si mismo frente a ella siempre estaba al borde de un precipicio, cualquier paso en falso y caería a su fin.
-¿Que tanto piensas que ni siquiera notaste mi llegada?- una voz suave en tono bromista rompió súbitamente su burbuja depresiva, instintivamente volteo hacia la fuente del sonido. Su corazón dio un brinco ahuyentando todas las nubes grises inmediatamente. Elena estaba de pie en la entrada del cuarto, al ver el cambio súbito de Carlos sintió alegría en su corazón, momentos antes se veía bastante deplorable como si estuviera de luto, sin embargo, después de escucharla y verla sus ojos brillaban como estrellas, dibujándose una gran sonrisa en su rostro.
- Al fin llegaste, ven, sientate a mi lado - no contuvo su alegría al verla y señalo el espacio a su lado en la misma cama. Sin pensarlo dos veces, se sentó a su lado y lo abrazo cuidando de no lastimar ninguna de sus heridas. Dio muchos pequeños besos en su mejilla y se recosto a su lado, ambos viéndose cara a cara. Ambos tenían miradas complicadas debido a la tormenta en su corazón, ninguno hablo, solo se contemplaron tranquilamente, por momentos Carlos acariciaba su rostro y otros Elena frotaba su nariz con la de el como "beso esquimal". No era raro compartir cama pues habían vivido juntos pero era para ver películas o platicar o cuando alguno estaba enfermo. Fuera de esas situaciones, su relación podía describirse como fraternal.
- ¿Esta todo bien? - finalmente preguntó Carlos al ver que estaba profundamente en sus pensamientos. Elena fruncio ligeramente el ceño. Después de ponderar por unos segundos, su expresión se relajó.
- Estoy preocupada - dio una pausa - hay cosas de mi trabajo que se están complicando y quizás deba viajar... entonces, significa que quizás no te vea por algo de tiempo.
El joven que atentamente escuchaba, sintió un ligero golpe en su corazón, ¿viajar? ¿no vernos? ¿cuanto tiempo? Todo esto pasaba en su mente pero trato de mantenerse calmado por fuera.
- Entiendo... si, se que es algo complicado ahora que estoy en el hospital pero ten la seguridad que estaré bien, esta mi familia y quizás cuando regreses ya me den de alta para estar de nuevo juntos en casa - trataba de disipar sus preocupaciones haciendo como si no fuera gran cosa a pesar de sentirse profundamente triste - se que no puedes delegar tu trabajo, así que no te preocupes, te estaré esperando.
Después de esta ultima frase, beso a la joven en la frente, deseaba besarla en los labios pero por la posición no podía agacharse hacia ella, su abdomen aun dolía ante ciertos movimientos.
Elena noto ligera tristeza en su mirada, se acomodo mas cerca hacia el y lo besos en los labios, lo besos con tal pasión que Carlos sintió un choque eléctrico por todo su cuerpo. Pronto sus lenguas encontraron su camino y sus bocas parecían fusionarse. Solo hasta que Carlos comenzó a sentirse mareado se libero involuntariamente del beso, tratando de captar el aire a su alrededor. La mirada de Elena tenia un tinte de preocupación al ver una ligera palidez en el, pero desapareció rápidamente después de volver a sentirse su esencia rodear su nariz. Cuando él volteo a verla, se topo con una mirada totalmente desconocida para el, pareciera que ella quería comerlo vivo, ¡tanta pasión en una mirada! Sostuvo su respiración por un momento y sin pensarlo dos veces, volvió a besarla asegurándose esta vez de respirar. La mano de Carlos se deslizo suavemente por su cuello, mientras que las de Elena trataban de sostenerla para no caer todo su peso sobre el. Ligeros gemidos se escuchaban de vez en vez mezclados con el sonido de los besos y respiración entre cortada. El rostro de ambos estaba con las mejillas rojas como señal de la elevada temperatura de sus cuerpos.
De pronto, un bip de alarma sacudió el cuarto, ambos se quedaron atónitos y se miraron con desconcierto. En menos de 30 segundos un grupo de médicos y enfermeras irrumpió en el cuarto solo para encontrarse con la escena mas allá de su imaginación. Debido a que Carlos tenia puesto aun el medidor de pulsos, este se elevó por la excitación generando que el equipo lo interpretara como un ataque.
Después de 2 minutos de silencio incómodo, el medico a cargo tosió y regreso a todos a sus labores.
- Disculpen la molestia, solo como recomendación aun es muy pronto para tener cualquier actividad física, recomiendo esperar unos dos meses antes por la gravedad de las heridas.
después de esto, desconecto el equipo y salio corriendo después de despedirse de manera cortes.
Elena y Carlos se miraron avergonzados para finalmente terminar riéndose. Entre risas Carlos lanzaba un ¡Ouch! pues aun le dolía el abdomen.