- Srita. se que es algo difícil, pero no podemos esperar hasta que lleguen los padres del joven. Usted esta en los archivos como la persona capaz de tomar estas decisiones. Entre mas se tarde, quizás ya no podamos salvarlo - la voz del médico era firme y sin emoción, pareciera que lo había dicho mas de treinta veces por la expresión de hastío en su rostro.
- Esta bien... ¿donde firmó? - La voz fue suave y dudosa, Elena estaba sin esperanza. La operación era demasiado complicada y el pronóstico no era muy bueno. Sin embargo, no hacerla significaba dejarlo morir mientras sufría intenso dolor. 'Ojalá me perdonen sus padres'.
Al escuchar su respuesta, el medico asentó su cabeza en señal de alivio e indico a la enfermera darle los papeles. Elena leyó detenidamente todo, no quería que su preocupación nublara su juicio, ella sabia muy bien lo que pasaba cuando no estabas alerta. Una vez que comprobó que todo estaba bien, firmo. El médico salio corriendo sin esperar los documentos para prepararse y entrar al quirófano.
La joven solo se quedo sentada en la sala de espera. Sentía frío y miseria. Por fin había encontrado que Carlos estaba vivo pero su condición era critica. '¿Que hacia en la autopista?¿Porque fue tan impulsivo? Si tan solo tuviera una oportunidad mas de hablar con el, necesito decirte que te amo'. Lágrimas rodaban por sus mejillas cual cascada. Trataba de contener su llanto pero le era imposible.
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Unas horas antes, el conductor del Audi R8 se detuvo a un lado de la autopista. Su respiración era agitada y tenía las manos fuertemente sujetas al volante. Gotas de sudor salían de su frente. Finalmente sin poder contenerse golpeó su frente varias veces en el volante mientras se llamaba estúpido'. En el reloj del coche marcaban las 12:03 de la noche.
De pronto, en el fondo se escuchó un rechinar de llantas y un fuerte estruendo que hizo girar la cabeza de Carlos hacia el origen del sonido. Horrorizado vio como una pipa de gas derrapaba por haberse volcado, llevándose una serie de coches delante de el. Finalmente una explosión genero un efecto domino sobre el resto de automóviles generando una carambola. Él a distancia presencio todo.
Sin dudarlo, salio del coche a socorrer a las personas que gritaban aterrorizadas. Fuego y humo se desprendía de la pipa. Las personas corrían por todos lados gritando y llorando, otras seguían dentro de sus coches en shock o inconscientes. El joven ayudó a las personas cercanas, una señora se le acercó bañada en sangre, halándolo de un brazo. Le pedía ayuda para sacar a su hija del coche. Carlos acudió para encontrarse una escena bastante complicada. La niña de unos escasos 8 años yacia atrapada justo debajo de los fierros aplastados del coche, un milagro había mantenido a la menos intacta. Sin embargo, el cinturón yacía atorado y la madre por sus heridas no podía sacarla.
Carlos se quito el saco y lo puso encima de los cristales rotos para meterse entre los restos del automóvil. El olor a gasolina y sangre era nauseabundo. El cuerpo de una persona estaba molido en lo que parecía el espacio del conductor. La niña lloraba sin parar, como en trance. Finalmente, la alcanzó, con algo de maña y fuerza logro zafar el cinturón, revisó piernas, brazos y abdomen en busca de alguna herida o fractura. Estaba bien, salvo por golpes y rasguños.
- Tranquila, te sacaré de aquí, tranquila, tu mama te espera - su voz era suave y tierna, la niña redujo su llanto a sollozos y buscó a su mama - ¿la ves? esta afuera, necesitó tu ayuda para sacarte de aquí, ¿ok?
La niña asentó con la cabeza. Carlos uso su cuerpo como alfombra humana para sacar a la niña. Ella paso por encima de el, logrando ser alcanzada por los brazos de su madre y dos personas mas que se habían acercado a ayudar. Sin embargo, en el momento de tratar de salir, un cristal se enterró en el muslo del joven, haciéndolo lanzar un alarido de dolor. Las personas cercanas, trataron de ayudarlo.
Esto hubiera sido un éxito si no hubiera ocurrido una segunda explosión y mas fuerte que la anterior. Pedazos de metal, cristal y fuego salieron volando por todos lados. Carlos fue atravesado por uno de los pedazos de metal como una daga en la zona abdominal y hombro derecho. Un zumbido reemplazo el sonido ambiental haciéndolo caer al piso en un letargo. Sangre escurría por todos lados y con ella cada respiración se hacia mas dolorosa. Solo cerro los ojos teniendo como ultima imagen a Elena.