- Voy a vomitar - dijo la chica al tiempo que se levantaba tambaleante, sus pocos reflejos la ayudaron a alcanzar el bote de basura a tiempo. El joven que estaba mas consciente, le ayudo agarrando su cabello y tallando su espalda. Tomo unas servilletas que estaban por la mesita de estar y las paso a la joven para limpiarse.
- Perdón, perdón, perdón - no paraba de decir con un gesto que daba lastima.
- No te preocupes, ven, sientate, es normal que ocurra, tu casi no tomas y es mejor que te acuestes - con mucha ternura la ayudo a levantarse y apoyándose con lo que podían, la llevo a su recamara. En el otro cuarto solo se escuchaban los gemidos y sonidos de la increíble actividad física que realizaban sus amigos. Se miraron las caras y se rieron de lo incomodo de la situación.
- No volveré a invitar a Franco - dijo Elena.
- Elena...
-...
La chica estaba cómodamente recostada semi despierta mirándolo fijamente.
- Creo que estoy enamorado de ti... desde hace tiempo, he tenido estos sentimientos por ti... y ahora que nos besamos... me pregunto si... - Su rostro y voz reflejaban el nerviosismo de la confesión y al mismo tiempo una parte de si mismo, no quería hacerlo, no así.
- Yo también - una suave voz corto su tormenta interna - yo también te quiero Carlos.
Estas palabras hicieron que el joven subiera a la novena nube, no podía creer lo que había escuchado hasta que escucho los ronquidos de Elena.
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Sentada en la cama de Carlos recordando esa noche, si bien había tomado mucho, recordaba perfectamente todo... excepto porque dijo esas palabras. Se recostó en la cama, llegando a su nariz el aroma inconfundible, no era perfume ni loción, era el olor natural de Carlos. Lo imagino yéndose, lo imagino con alguien mas, teniendo hijos. Lo imagino feliz. 'Quizás solo estoy estorbando su verdadera felicidad'. Abrazo la almohada, sintió vacío su corazón. '¿En qué momento te volviste tan elemental en mi vida? Estoy siendo egoísta al querer tenerte a mi lado sin amarte como deseas. Debo dejar de ser así, solo estas en mi corazón como familia, ¿porque soy así?'.
Elena pensó durante largo rato y ligeras lágrimas escurrieron en sus ojos. Debía ser fuerte y dejar de depender de alguien mas. Sobre todo dejar de atar a alguien por miedo a estar sola.
-"No te vayas"
-"Pero no me amas"
-"Yo...si te amo, solo me negué a aceptarlo"
-"¿En verdad? ¿Es acaso un sueño lo que escuchó?"
-"No... en verdad, te amo"
Sin prestar atención, la película en el televisor parecía narrar lo que estaba ocurriendo en su vida.
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En otro lugar de la ciudad, un Audi R8 transitaba a gran velocidad por la avenida principal. Por la hora, había poco trafico, aun así, el conductor sin frenar serpenteaba entre los coches que encontraba. 180 km/h, 200 km/h, 220 km/h... aparecían en la pantalla digital. Finalmente, la avenida terminó para dividirse en dos caminos: hacia la ciudad o hacia la autopista, el conductor sin pensarlo siguió hacia la autopista.
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"ring ring ring"
El celular de Elena suena incesantemente. La joven que se quedó dormida en la sala, miró el reloj que tenía la manecilla en el Litio.
-"¿quien marca tan tarde?" - restregándose los ojos, tomo su teléfono 'número desconocido' aparecía en la pantalla. Las notificaciones mostraban 10 llamadas perdidas de este numero. Sin pensar mucho contestó.
-¿Srita. Elena Montalvo Sienz? - una voz femenina hablaba del otro lado del auricular.
- Si... ¿quién habla? - la joven aun estaba dormitada, no entendía el porque de tantas llamadas de este número.
- ¿Es usted la novia del señor Carlos Duran Mendez? - Esta pregunta hizo que Elena abriera sus ojos y sus cejas se arrugaran con seriedad.
- Si, ¿porque? ¿paso algo con el? - pensó que como se habían separado, quizás había tomado demás. ¿Podría estar en la cárcel?
- Temo que su novio sufrió un accidente, estamos llamando del Hospital San Jorge, usted esta como la persona de emergencias, necesitamos que venga lo mas pronto posible - toda esta información paso como flash para Elena.
- ¿Que dijo? - Estaba en shock - ¿Un accidente? ¿Hospital? - No sabia que es lo que pasaba con certeza, su corazón comenzó a palpitar muy deprisa, su respiración empezó a sentirse espesa, como si no entrara aire.
- Necesita calmarse, es importante que venga un familiar del paciente, ¿se encuentra bien? - la enfermera que noto su cambio de voz y respiración agitada en el teléfono.
- Si, estoy bien, deme la dirección y estaré ahí lo mas pronto posible.
¿Cómo se vistió? o ¿cómo llego? no supo, su mente se nublo y solo despertó cuando llegó al mostrador de urgencias.
- Buenas noches, ¿en que puedo ayudarla señorita? - dijo una joven enfermera.
-Carlos Duran, me hablaron, un accidente, ¿esta aquí? - sus pensamientos estaban desarticulados como sus palabras. Sus ojos estaban llorosos y sentía en su pecho como una fuerza misteriosa lo oprimía sin dejarla respirar.
- Si, un momento -la joven tecleo los datos en busca de información - si, esta en la sala B por el pasillo central de la derecha, esta por entrar a cirugía pero necesitan la firma de un familiar... - cuando levanto la vista, se encontró con que hablaba al aire, la chica había salido corriendo hacia donde le había indicado sin esperar que terminará de hablar.
"Carlos, no te mueras, no me dejes"