A pesar de lo duro de sus palabras, de la amargura que sentía en su corazón no la dejaría irse. No podría llamarse su amigo después de tantos años juntos, él no era un simple enamorado que yacía bajo una piedra esperando la oportunidad para estar con ella. ¡No! Sabía que estaba siendo así porque estaba sintiéndose miserable. Se dio una cachetada por su estupidez y salió tras ella. Estando en el rancho la única manera de salir sin un coche era solo con la ayuda de Martín, el jardinero, cuya podadora servía de transporte a la servidumbre hacia la carretera. Antes de que arrancara la podadora, una voz en el fondo resonó con fuerza "esperen". Martín volteo confundido solo para ver al pequeño señor detenerlo.
- ¿En que puedo ayudarlo, señor Carlos? Estaba por llevar a la srita. Elena - el hombre de unos cuarenta, ya con algunas canas en el copete, se apariencia promedio y baja estatura, con la piel dorada por el sol, miro al joven con cierto desconcierto.
- Yo la llevare Martín - dijo con voz firme Carlos - entonces, me retiro. Disculpe srita. el joven la llevara en el coche - el señor estaba por ayudar con las maletas cuando fue interrumpido nuevamente - No Martín, ocupare tu podadora - pero tardara mas señor - contrato en todo preocupado.
- Lo se - contesto el joven de 1.80, totalmente erguido con un aura confiable y segura. La verdad es que por dentro estaba sangrando pero trataba de ocultarlo de una manera admirable.
- Ok señor, lo esperare en el almacén - el hombre desconcertado, al final hilo los cabos cuando vio el gesto de la joven. Sin duda habían discutido y por eso el súbito requerimiento de la novia del señor. Decidió no ponderar mas en el asunto y seguir con sus actividades diarias.
Elena que todo este tiempo se habia mantenido en silencio, cuando vio el cambio en la expresión de Carlos en el cuarto, al de ahora, se sintió hechizada. Titubear en este momento no serviría de nada, aunque ya estaba menos deprimida, se sentía hastiada de ser una carga emocional para él. Solo siguió con su decisión: desaparecer de su vida. Era el camino mas fácil y, mientras ella fuera la villana, todo seria mas sencillo de superar para el.
En estos pensamientos estaba cuando la podadora de pronto se detuvo en su andar.
- No te vayas... - Esa frase retumbo en su cabeza, haciendo doler su corazón. Hacia 6 años que ella le dijo lo mismo a alguien.
Sorry for come back with chapters in Spanish... :(