¡Los dos cuerpos estaban fuertemente entrelazados! Y bajo el tirón de una fuerza misteriosa, ambos cayeron.
Madeline entró en pánico.
De hecho, cuando Marvin la agarró por la cintura, tenía la intención de lanzar algunos hechizos instantáneos para enseñarle adecuadamente una lección por atreverse a pasar a la ofensiva. Pero ella había descubierto que sus hechizos no parecían estar funcionando.
¡Maldición! Ese era el único pensamiento en su mente.
Marvin la estrechó con fuerza mientras los dos seguían cayendo, rodando continuamente sobre lo que parecía ser un camino liso. ¡Gracias a eso, no se lesionaron demasiado!
––Dije que esta noche tú eres mía.
Marvin habló cerca de su oído mientras se daba la vuelta y sostenía a Madeline delante de él, evitando que cayera al atrapar dos piedras con sus piernas.
––¡Continúa! ––se burló mientras la dejaba caer sola.
...
¡Pum!