1958
—No es de extrañar que no tengas novio... Esto es sentido común, ¿de acuerdo? —dijo Pudín con total naturalidad, dejando a Qin Ning completamente sin palabras...
—Darle a alguien un cinturón significa que quieres atarlo a ti por el resto de tu vida.
—¿Qué? ¿El resto de tu vida? —preguntó Qin Ning, completamente atónita.
—¿Qué es esa expresión? —Pudín estaba sin palabras.
—¿Es buena idea el cinturón, querida sobrina? ¿No se supone que su novia le compre algo así? Es mucho mayor que tú, es extraño que lo ates a ti.
—Que me gusta el Guapo Su es algo sabido... Todavía soy joven, y cuando crezca, Guapo Su será un hombre viejo... Es una pena que no haya nacido antes —exclamó Pudín.
Qin Ning estaba estupefacta; ¿Cómo podría una niña de tres años ser mejor con los hombres que ella?
—Tienes razón, la edad es un gran problema aquí. Deberías olvidarte de él.