Su Yu entró en pánico y condujo a toda velocidad en su Lamborghini hacia el hospital...
Mientras conducía, miró a Huo Mian y le preguntó: —¿Te encuentras bien?
Huo Mian ya tenía contracciones y estaba traspirando.
—Estoy bien... no te preocupes por mí.
—Deja de fingir. ¿Cómo puedes estar bien en un momento como este?
Que Huo Mian estuviera tan tranquila hacía que Su Yu se angustiara.
La señora Su y la madre de Huo Mian los seguían un Audi Q7, el auto de la familia.
En el hospital militar.
La obstetra le hizo los controles a Huo Mian y dijo: —El cuello uterino está lo suficientemente dilatado, tenemos que llevarla a la sala de partos.
—Su Yu... tengo miedo.
De camino a la sala de partos, Huo Mian tomo la mano de Su Yu. Era la primera vez que hacía eso. La sujetó con todas sus fuerzas. Estaba realmente asustada. Su Yu conocía a Huo Mian desde hacía mucho tiempo, pero era la primera vez que él veía el pánico en sus ojos.