—En el apartamento de Song Yishi —Qin Chu fue honesto.
—¿Qué estaba haciendo allí?
—Ella me envió un mensaje pidiéndome que fuera a verla. Dijo que tenía algo importante que decirme.
—¿Y qué ocurrió entonces? —preguntó el oficial.
—Fui y hablé con ella. Tuvimos una pequeña discusión, ella quería que yo bebiera pero noté que había algo en el vino, así que no lo bebí. Cuando me quise marchar, ella me detuvo y yo le di una bofetada.
—¿Qué pasó después?
—Después, me fui.
—¿A dónde fue?
—A casa.
—La cámara de seguridad de su casa mostró que usted llegó a las tres cuarenta y cinco. —dijo el oficial. —Normalmente, con la velocidad de su auto, no debería haberle llevado más de veinte minutos llegar a su casa desde la casa de Song Yishi.
—¿Qué es lo que quiere decir? —Qin Chu miró al oficial que estaba frente a él con desagrado.
—Lo que quise decir es, ¿qué hizo durante esos veinte minutos?