—Entonces... ¿Puedes prestarme algo de dinero? Prometo devolverlo en cuanto pase este momento difícil.
Pobre Huo Zhenghai, había vivido toda su vida en la gloria y había tenido incontables amantes. Al final, tenía que recurrir a su hija no reconocida para pedirle dinero.Qué ironía...
Huo Mian miró a Qin Chu y, aunque ninguno dijo nada, sus expresiones lo decían todo...
—Deberías saber que... solo soy una enfermera. Aunque te hubiera dado todo mi sueldo de los últimos años, no sería suficiente. Y el que mucho abarca, poco aprieta... —Huo Mian rechazó cordialmente su pedido.
—Mian... Sé que no tienes tanto dinero, lo que quiero decir es... ¿Puede mi yerno... prestarme algo de dinero de GK? —Huo Zhenghai miró nervioso a Qin Chu.
¿Yerno? Esa palabra sonaba desagradable cuando la pronunciaba Huo Zhenghai... En el pasado, ni siquiera la reconocía como su hija, ¿pero ahora tenía la audacia de llamar a Qin Chu "su yerno"?