"Niña, ¿sigues sana y salva?"
En cuando Huo Mian vio ese mensaje, supo que Zhu Lingling era la única persona capaz de enviar algo tan gracioso.
Luego de que Qin Chu llevara a Huo Mian a casa, ella y Gao Ran hablaron de las formas en que el señor Qin la castigaría. Con algunas dudas, ella había decidido preguntarle a Huo Mian lo que había ocurrido de forma divertida.
"Lingling, estoy al borde del abismo... ¿Te gustaría venir aquí a pasar el rato?" Huo Mian había decidido ser igual de graciosa.
"Hola... y adiós" Zhu Lingling fingió estar horrorizada y de inmediato se despidió. Luego, envió: "Jajaja, basta de bromas. Dime la verdad, ¿el señor Qin te castigó?"
"No puedo creer que me preguntes esto. Ustedes dos son tan crueles... ¿Piensas que algo de esto hubiera sucedido si no tomaba tu lugar como dama de honor?"—preguntó Huo Mian furiosa.