Al oír las palabras de Huo Mian, Qin Chu detuvo su marcha.
—¿No crees que estas siendo algo irracional? —preguntó enfadada Huo Mian, inflando sus mejillas.
—¿No debería ser yo quien pregunte eso?
Qin Chu se volteó y la miró fijamente.
—Por favor, no vayas por las ramas. Si tienes algo para decir, solo dilo, o se siente demasiado raro, ¿no te parece?
A Huo Mian no le gustaba ser ignorada por Qin Chu, era un sentimiento extremadamente desagradable. Qin Chu, al oír esta pregunta se volteó y bajó de las escaleras. Se dirigió a Huo Mian y la miró fijo por unos tres segundos.
—Bien, entonces déjame hacerte una pregunta, ¿Dónde estuviste anoche y que sucedió? Respóndeme cuando estés lista.
Al oír a Qin Chu preguntar sobre la noche anterior, Huo Mian tuvo un mal presentimiento. La mirada de Qin Chu era especialmente dura, por lo que ella asumió que él se había enterado de lo sucedido.