—Joven Señor Su —dijeron los demás, que no comprendían porqué Su Yu, quien había presenciado todo sin decir una palabra, ahora decidió abrir su boca.
—No pregunten porque, si el Joven Señor Su dice que no vayan, entonces no irán. Si quieren enojar al Joven Señor Su, tendrán que pagar el precio —dijo Wei Liao y luego sonrió al pararse.
A pesar de que Zhou Guangming no estaba dispuesto a dejar las cosas así, no tenía las agallas para desobedecer a Su Yu, así que ni tenía otra opción que tragarse su rabia.
Luego de que Huo Mian se marchó, Su Yu también perdió sus ganas de quedarse, por lo que se levantó para marcharse. Una docena de los asistentes también se marcharon luego de que él se marchó.
Al ver a Su Yu abandonar el salón, Huo Yanyan de inmediato lo siguió. Bloqueó su camino de manera audaz y le dijo: —Joven Señor Su, estaba pensando…