—Vamos. A no ser que…¿quieres trabajar tiempo extra? —preguntó Qin Chu con un tono gélido.
—No, no quiero eso.
El asistente Yang tenía la ligera sospecha de que era su día de suerte… tanta suerte que su jefe lo llevaría hasta el cine.
Pero había un problema. Si iba en el Maybach de su jefe, entonces, ¿Qué debería hacer con su auto?
No tenía problemas con dejar su auto en el estacionamiento de la compañía, pero, ¿y la mañana siguiente? ¿Se suponía que tome el bus para trabajar?
Ese tampoco era el problema principal. El problema era que, por alguna razón, tenía el honor de que lo lleve su jefe, el presidente de GK.
Por supuesto, él no sabía que Qin Chu solo lo estaba llevando porque su esposa estaba en la casa de su madre y él estaba muy aburrido.
Además, llevar a su asistente significaba que también podría ver la película.