—No te muevas, solo déjame abrazarte un momento —La voz de Qin Chu era suave. Sin saber qué hacer, Huo Mian se quedó quieta.
—Qin Chu, ¿sucedió algo? —Ella sentía que algo andaba mal. Alguien tan frío y arrogante como él jamás se comportaría de esta manera.
—Nada, solo estoy algo cansado y quería abrazarte.
Huo Mian traía puestos unos pijamas amarillos, cubiertos por un patrón de dibujos de Bob Esponja. Su cabello estaba atado, flojo, se veía algo hinchado y desarreglado. Por otro lado, Qin Chu traía puesta una camisa de vestir púrpura con caros gemelos de diamantes.
Él se quedó parado a su lado, abrazándola silenciosamente, inhalando su esencia única avaramente. Su corazón se sintió calmado. El mundo era mejor con Huo Mian a su lado.