Madame Lu observó al padre y a sus dos hijos quienes estaban duros como una tabla de madera. Realmente le rompía el corazón.
—Tingxiao, ¿escuchaste lo que dije? ¿Qué le ocurre a Tesorito? No ha comido un sólo grano de arroz en toda la noche. ¡Mi bebé querido no deja de mirar el celular!
—¡Tesorito está esperando la llamada de la tía linda! —dijo Lu Jingli mientras seguía masticando las costillas agridulces. Por lo tanto, no se entendió con claridad lo que había dicho.
Madame Lu estaba confundida.
—¿Qué tía linda?
Lu Jingli agitó una mano.
—Mamá y papá, ya no tienen que preocuparse. ¡Mi hermano mayor ya ha encontrado alguien que le gusta!
Madame Lu estaba impactada y no podía creerlo.
—¿Estás diciendo la verdad? ¡No nos mientas!
El amo Lu bajó sus palillos para observar a Lu Jingli. Su expresión era seria.
—¿Por qué mentiría? ¡Es la verdad! Si no me creen, pregúntenle a mi hermano mayor —dijo Lu Jingli mientras miraba a su hermano.
—Tingxiao, ¿es verdad lo que dijo Jingli? —preguntó el amo Lu toscamente.
—Tingxiao, ¿por qué no dices algo? —preguntó también Madame Lu.
—Sí—dijo Lu Tingxiao.
Madame Lu sentía que se iba a morir de impaciencia. Había esperado medio día para escuchar un simple "sí". Su estómago estaba lleno de rabia.
—¡Mocoso! ¿Por qué no puedes decir más de una palabra? ¡Hablar contigo no vale el esfuerzo!
—Ahh, ¿así es? —dijo Lu Tingxiao.
¡Grandioso! Podía decir más de una palabra.
Madame Lu todavía no estaba satisfecha, y le preguntó sospechosamente:
—Tingxiao, la persona que te gusta…¿es un él o una ella?
—Mujer —escupió Lu Tingxiao. Su expresión se oscureció y sus dientes casi estaban rechinando.
Lu Jingli se rio tanto que casi se cayó de la silla.
—Claro que es una mujer, y es muy bella. ¡Nuestro Tesorito le quiere tanto que incluso está esperando a que llame!
Cuando Madame Lu escuchó esto, estaba extática.
—¡Los ancestros nos han bendecido! ¡Los ancestros nos han bendecidos! ¿De qué familia es esta joven? ¿Cuántos años tiene? ¿De dónde salió? ¿Qué hace? ¿Cómo de grande es su hogar? ¿Por qué no nos dijiste algo antes?
Lu Jingli enseguida la interrumpió.
—Mamá, cálmate. Todavía no ha ocurrido nada entre ellos. ¡No te dijimos nada porque temíamos que intervinieran y arruines todo!
Si descubrían quién era Ning Xi y sabían sobre su reputación poco estelar, además del hecho que trabajaba en la industria del entretenimiento, sus planes se arruinarían.
En ese momento, el amo Lu dijo:
—Ya que esta persona le gusta a Tingxiao, ha de ser una chica decente. No te preocupes tanto.
—¿Qué? ¿No preocuparme? ¿Tú no estás preocupado? ¿Quién es el que se preocupa tanto que no puede dormir de noche y tiene que ir al porche a fumar? —dijo Madame Lu, exponiendo a su esposo sin piedad.
De todos modos, después de escucharlo, Madame Lu se relajó.
—Los estándares de Tingxiao son tan altos que la chica ha de ser bastante buena. ¡Hasta Tesorito la quiere!
Después de que todos se habían calmado, el celular que Tesorito había estado sosteniendo toda la noche sonó de la nada. Era el celular personal de Lu Tingxiao, así que muy poca gente conocía el número.
Lu Jingli fue rápidamente a ver. Era el número de Ning xi.
—¿Es ella la que está llamando? —preguntó Madame Lu, emocionada. Se apresuró en acercarse al teléfono como si fuera que estaba por conocer a su nuera.
Lu Jingli asintió con la cabeza y luego ayudó a Tesorito para atender el teléfono ya que él no sabía cómo usarlo. Lu Tingxiao le había comprado un celular pero no le había gustado, y quién sabe a dónde fue a parar.
Toda la mesa estaba enfocada en el celular y la llamada. El más desvergonzado era Lu Jingli, quien tenía un oído pegado al otro costado del celular para escuchar.