Ya sea por su figura, moda o apariencia, la reina Anna no era la más destacada entre las brujas. Para mantenerlo fuera del camino mientras trabajaba, ató su suave cabello en una cola de caballo. Su ropa de trabajo, diseñada por Roland, se centraba en la funcionalidad más que el estilo. Los puños y el cuello estaban apretados y estaba manchada de polvo, ya que había permanecido en la naturaleza por largos períodos de tiempo. Si alguien la conociera por primera vez, no creerían que ella era la Reina de Castillogris.
Pero Molly la admiraba mucho.