Yvonne se quedó sin sentido.
Gritó con incredulidad: —¡Ah!
Entonces su mano tembló y la aguja cayó sobre la cama. Sus labios temblaban.
—Jo... Joel, ¿qué... qué estás haciendo?
Joel la miró con ojos profundos.
—Debería ser yo quien te preguntara esto. ¿Qué estás haciendo?
Yvonne se mordió los labios y se negó a hablar.
—Estaba preocupada por papá, así que vine a verlo.
—¿Es así?
Joel bajó la cabeza y miró la aguja sobre la cama.
—¿Qué es esto?
Yvonne tragó y tartamudeó: —Vitamina.
—Tsk, ¿por qué no sabía que esto era vitamina?
De repente, sonó otra voz grave, lo que hizo que Yvonne volviera la cabeza y viera a Nora acercándose. Tomó la jeringuilla de la cama y la olió. Tras estudiarla detenidamente, llegó a una conclusión.
—Esto es cianuro de potasio. Tan sólo 0,1 gramos inyectados en el cuerpo de una persona matarían en treinta segundos.