Justin tenía una mirada de desconcierto en sus profundos ojos. ¿Por qué preguntaba por su hijo después de acercarse a él?
Sin ningún cambio en su expresión, respondió con tono despreocupado: —Se ha ido. ¿Ocurre algo?
La operación había durado seis horas y en ese momento eran la 01:00 AM. Pete había planeado aguantar, pero después de todo aún era pequeño y no podía soportarlo.
Por eso, Justin había llamado a alguien para que lo llevara a casa primero.
«¿Se ha ido?» Nora perdió el interés. Retiró la mirada y volvió a su postura perezosa.
—No, no es nada. ¿Por qué sigues aquí?
Justin se enderezó poco a poco y la miró con atención. El lunar en su ojo parecía un poco más hechizante bajo la luz y su voz era baja y seductora cuando respondió: —Te estoy esperando.
—…