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Mientras registraban la cámara, su atención fue atraída por una colección de ropa que parecía pertenecer a comerciantes ambulantes. Probablemente tenían la intención de venderla.
La voz de Teuila resonaba con emoción. —¡Arch, mira! Hay suministros de alquimia aquí.
Archer se acercó a ella y miró dentro del contenedor. Era una caja desbordante con el tesoro de un alquimista.
En su interior, descubrieron equipo para la elaboración de pociones, ingredientes y una colección de manuales de instrucción.
Sin demora, Archer guardó rápidamente la caja y la ropa encontrada.
Se enfocó en encontrar oro escondido, pero la cámara solo producía las posesiones saqueadas de las caravanas asaltadas.
Notando un camino que se extendía más profundamente en la cueva, Archer decidió explorarlo, pero no sin antes recoger todo lo de valor.
Sus hallazgos incluían sedas lujosas, especias exóticas y varios artículos misceláneos.