Al mirarlo, Zaki solo podía suspirar antes de continuar hablando.
—Bien, olvida acerca del matrimonio por el momento. Deberías pensar primero en confesar. ¿Entiendes?— dijo Zaki y como un niño ofendido, Sei asintió silenciosamente.
—Ahora volvamos a tu presente. Elige uno así podremos ir ahora. Solo piensa en qué le gustaría a ella y cómpralo— Zaki nuevamente sonó como un estricto entrenador. Bueno, estaba disfrutando de la situación actual donde de hecho podía ordenar a Sei, su jefe, en lo que debía hacer.