—Oh, hola, cariño —un hombre de cabello marrón, ojos verdes, orejas como las de un gato y rasgos afilados, habló con una sonrisa en su rostro mientras sus ojos caían sobre una hermosa gata de pelo blanco que acababa de entrar en la habitación.
—¿Hm? ¿No dijiste que ibas a hablar hoy con el líder del Clan Distinct? —preguntó Rune inclinando la cabeza confundida.
—Sí, pronto me iré.
—Buena suerte —Rune sonrió dulcemente.
—Bueno, el Clan Distinct ya es nuestro aliado, esto es solo una reunión formal, realmente no necesito buena suerte aquí —Aragorn, el esposo de Rune, habló con una sonrisa sincera en su rostro.
Al verlo actuar así, Rune no pudo evitar sonreír.
—No hay nada de malo en tener un poco de buena suerte, no importa lo que vayas a hacer —respondió ella.