—Él ya está comprometido —Jiang Yue escuchó murmurar a Luz del Sol, confundiéndola con lo que su amiga decía.
—¿Eh?
—Dije...
Sabiendo que solo diría alguna tontería de nuevo, Jiang Yue de inmediato la detuvo, —Está bien, ya basta. Avísame cuando te hayas refrescado, hueles mal.
Sin siquiera esperar a que ella dijera algo, ya la había levantado y ayudado a llegar al cuarto de confort de la estación de policía.
Luego le entregó la bolsa que contenía la ropa que había comprado para Luz del Sol.
Justo cuando Jiang Yue estaba considerando entrar también ya que Luz del Sol estaba tomando demasiado tiempo solo para cambiarse, finalmente Luz del Sol salió.
—Al menos podrías haberme comprado algo colorido, ¿por qué tiene que ser todo negro? Parece que soy una tía divorciada que va a un funeral —murmuró Luz del Sol otra vez sin parar, y Jiang Yue, que estaba justo a su lado para ayudarla, le lanzó una mirada de reojo.