—Así que, ¿vas a dejar este lugar? —preguntó Bajj a Nina, quien estaba empacando su pequeña bolsa. Ella había tomado un apartamento en alquiler y ahora se mudaba allí.
—Por supuesto —dijo ella cerrando la puerta del armario—. Esto fue solo un arreglo temporal. Necesito volver y recoger mis cosas.
Bajj la vio cerrar el cierre de su bolsa y luego buscar su teléfono, —¿Y qué hay de tus nietos? ¿Podrás vivir sin ellos?
Nina negó con la cabeza con una triste sonrisa, —Los veré antes de partir y estoy segura de que ellos también me extrañarán —con un suspiro se sentó en el borde de la cama—. Es solo su mamá la que ahora me está sacando de quicio. Desearía... —inclinó un poco su cabeza para mirarlo con una sonrisa pícara—, desearía poder matarla y vivir con mis adorables hijos.
Bajj se rió de su fantasía y se levantó de la silla, —¿En serio? ¿Planeas matar a su madre?