"J-jefa... Espere... C-creo que ya no puedo más...".
Raven ignoró las súplicas del lacayo debajo de ella y continúo montándolo con fuerza. Con cada sentón, el sonido de sus entrepiernas chocando resonaba en la tienda de campaña. El fuerte aroma a sudor y otros fluidos impregnaba cada esquina. Lo cuál, sumado al desastroso aspecto de todos los muebles dentro daban una imagen muy clara de lo que había estado sucediendo últimamente en el lugar.
El bandido acostado en el suelo sobre unas arruinadas sábanas no pudo aguantar más y terminó corriéndose hasta quedar completamente sin fuerzas. Provocando que Raven suelte un resoplido decepcionado. "Pobre idiota...". Murmuró con frustración.
Luego de su encuentro con Summer y el chico que ella había adoptado, Raven se encontró incapaz de soportar la creciente lujuria que había estado sintiendo. Al principio fué algo más o menos soportable. Incluso si era algo incómodo, ella tenía suficiente fuerza de voluntad como para simplemente ignorar el calor en su parte inferior. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, la sensación de calor en su vientre creció, obligándola a buscar saciar su lujuria.
Ella había tomado a uno de los hombres de su tribu para resolver el asunto en cuestión. Sin embargo, a pesar de lo emocionado que su lacayo parecía con la idea, trás una larga sesión, el hombre no pudo soportarlo y terminó desmayándose. A pesar de que estaba decepcionada, Raven no lo pudo culpar del todo. Ella era una mujer con un gran libido y realmente dudaba que cualquiera de sus hombres pudiera satisfacerla por sí mismo. Por lo que llamó a otro de sus hombres. Pero al final, terminó igual que el primero.
Así continúo, hasta qué finalmente sintió que el ardor en su vientre se calmaba. Sin embargo, fueron necesarios seis hombres, uno detrás de otro para lograrlo. No ayudaba que sus hombres apenas pudieran aguantar dos rondas antes de terminar demasiado cansados, apenas con suficiente fuerza para siquiera pensar en una tercera.
Estaba segura que antes de terminar, la mayoría creía que este sería el momento para aprovechar y ponerla en su lugar con sus penes. Sabía que muchos de sus hombres fantaseaban con ella. Y estaba orgullosa de éso, también estaba orgullosa de poder acabar con varios hombres antes de quedar lo suficientemente satisfecha, pero eso no quitó que se sentía frustrada.
Cuando el día siguiente llegó, y la sensación volvió, llamó nuevamente a cualquiera de sus hombres que quisiera probar suerte en satisfacerla. Sin embargo, luego del sexto, la mayoría de los hombres habían adquirido un nuevo miedo hacía ella. Antes temían su fuerza, ahora también su libido.
Por lo que ahora, estaba molesta. Muy molesta. No importaba lo que hiciera, simplemente su lujuria no se detenía. Y para colmo, ningún hombre en su tribu era lo suficientemente hombre como para saciarla.
No pudo evitar pensar en cómo había alguien que había podido satisfacerla completamente antes. Sin embargo, ya no tenía sentido pensar en él. Él había muerto hace mucho, por lo que lamentarse era una estupidez.
Pero ahora volvía al mismo punto. Se sentía insoportablemente caliente y ninguno de sus hombres era suficiente para calmarla. Y con las mujeres , no estaba lo suficientemente interesada en ellas como para probarlo, aunque viendo el panorama, quizás debería considerarlo. No había podido tener un orgasmo en condiciones desde... Que el mocoso de Summer la tocó.
Ni siquiera intentó calmar la rabia que subía por su garganta al pensar en la humillación que había sentido en ese momento. Ser vencida en una pelea por Summer era una cosa. Incluso si no le gustaba, respetaba la fuerza de Summer, incluso si no le gustaba admitirlo. Sin embargo, ser humillada por un mocoso sin nombre del cuál no tenía ni idea de dónde salió, éso ya era algo que no podía tolerar.
Y si el mocoso la hubiera vencido en una pelea, al menos sería mínimamente aceptable. Ella podía aceptar el hecho de haber subestimado la fuerza de un oponente y que este la sorprenda y la termine venciendo. Pero ésto... Ser sometida como una niña virgen, llevada al orgasmo con solo tocarla.
Sabía que era debido a una habilidad extraña, Summer lo dejó bastante claro cuando le dijo a su mocoso que hacer, pero eso no lo hizo menos humillante.
Sin embargo, cuánto más lo pensaba, más extraño parecía. El mocoso claramente había demostrado tener más de dos habilidades. Primero haciendo una copia de sí mismo y luego transformando sus extremidades. Y luego estaba ésa habilidad que había usado en ella.
Intentó pensar en cómo algo así era posible, pero sólo una teoría parecía tener sentido. El mocoso tenía magia. Era la única respuesta que explicaba esas habilidades tan locas. Sin embargo, el cómo había obtenido esa magia era algo que se le escapaba.
El viejo paranoico de Ozpin difícilmente le daría magia nuevamente a nadie más. No cuando la última vez que lo hizo no salió como él quiso. Y Salem... Dudaba que la bruja le diera magia a cualquiera mocoso al azar para que simplemente esté paseándose en una isla remota cerca de Vale.
Si el chico estuviera en Vale, cerca de Beacon entonces entendería por qué Salem se arriesgaría a darle un poder como ese a un mocoso. Sin embargo, no era el caso. El mocoso había estado viviendo con Summer durante un par de semanas y salvo una que otra visita ocasional a Vale, él no se había acercado a Beacon.
Aunque quizás, su objetivo no sea Beacon, si no Summer. Ella seguía siendo una 'guerrera de ojos plateados', lo que ya era suficiente para que Salem intentara matarla si supiera de ella. Sin embargo, si el chico hubiera querido matar a Summer, ya lo habría hecho.
Lo que la dejó nuevamente con la misma pregunta. ¿Qué hacía ése mocoso ahí?.
Simplemente no tenía sentido para ella.
Estaba confundida, frustrada y enojada. Y odiaba estar de esa manera.
Así que tomó una decisión. Iría ella misma y lo averiguaría por su propia cuenta. Esperaría a que él mocoso esté desprotegido y lo haría hablar. Incluso por la fuerza, aunque no sea necesario.
Después de todo, aún tenía una cuenta que saldar por la humillación que el mocoso le había provocado.
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Estiré los brazos hacía arriba mientras caminaba de regreso a casa. Incluso si el viaje en Bullhead era relativamente corto, lo cierto era que me incomodaba pasar tanto tiempo sentado en un mismo lugar sin nada más que hacer más que mirar mi Scroll. Y tampoco es que hubiera mucho que ver en internet. Estaba lleno de humor absurdo y discusiones sin sentido sobre cualquier cosa.
No ayudaba que las redes parecían querer que estás discusiones se expandan. Por lo que siempre que surgía alguna publicación polémica sobre algo, el algoritmo empezaba a recomendarlo en todos lados. No pude evitar suspirar. Honestamente, lo último en lo que quería involucrarme era en discusiones estúpidas con completos desconocidos.
Los únicos que entendía que pudieran discutir eran los faunos. Ya que no era un secreto que había un racismo completamente focalizado hacía ellos. Por lo que era normal que se quejaran en internet de esto, dónde no tendrían repercusiones reales. Sin embargo, a veces llegaban a un punto un poco demasiado radical.
Algunos no ocultaban su apoyo a un grupo extremista, conocido como White Fang. Lo cuál solo generaba más discusiones, ya que este grupo era conocido principalmente por ser terroristas con un odio particular hacía Atlas, y quizás más concretamente al SDC.
Solo esperaba no encontrarme con ellos. Entendía perfectamente por qué hacían lo que hacían y aunque no tenía nada contra los faunos, si alguno de ellos amenazaba la seguridad de Summer, Yang o Ruby, creo que no tendría ningún problema en neutralizarlo, por el medio que sea necesario.
Pero no todo era malo en internet. También habían sitios para simplemente compartir fotos sin ninguna pretensión. Y aunque también estaba plagado de humor absurdo y discusiones, también habían artistas que publicaban cosas interesantes. O gente que compartía su hobby. Pero sobre todo, gente semidesnuda. Mucha gente semidesnuda.
Supongo que eso estaba bien. Si alguien quería compartir fotos de su cuerpo, estaba en su derecho. Y realmente era agradable ver tantas mujeres hermosas.
Quizás podría intentarlo yo mismo…
Dejando ese pensamiento de lado, abrí la puerta de la casa. Entrando mientras me quitaba el saco sin mangas y terminaba de sacarme la corbata. Al entrar, me sorprendo al ver a Summer, parada frente a mí mientras parecía terminar de ponerse un delantal. O más bien, llevando sólo un delantal, junto a unas medias largas y unas bragas sexys de encaje.
Ella se quedó quieta por unos segundos, mirándome tan sorprendida como lo estaba yo. Hasta que finalmente se terminó de ajustar el delantal, para acto seguido decir.
"G-Gray... Volviste. ¿Q-quieres cenar, tomar un baño, o me prefieres a mí?".
"...".
"...".
La sonrisa nerviosa y a la vez coqueta, junto con lo erótico que resultaba las pocas prendas que llevaba, hicieron que mi cerebro no reaccionara por un momento. Pero cuando volví en sí, supe que solo había una respuesta correcta.
"Si".
.
.
.
"Aaaah~. Aahh~. ¡S-si!... Sigue. Más. ¡Más~!. ¡Mmnh~!".
Los gemidos de Summer casi ahogaron el sonido de nuestros cuerpos chocando uno contra el otro. Ella estaba de espaldas a mí, mientras se apoyaba como podía sobre su cama, apenas resistiendo para evitar desplomarse sobre el colchón mientras yo continuaba penetrando su ardiente coño.
Ver cómo sus glúteos bamboleaban con cada embestida, mientras aquellas bragas de encaje tan sexys apretaban su culo no hizo más qué aumentar mi exitacion. Empujé mi cuerpo aún más contra el suyo, haciendo que ella tenga que acostarse completamente sobre la cama, mientras aún continuaba embistiendola por detrás.
"Aaaahn~. ¡Más duro!. Házmelo más fuerte. ¡Nnhg~!. ¡Ooohh~!".
Su coño apretó aún más, debido a la forma en la que estaban sus piernas. Sentí cómo ella se estremecía con cada choque de mi entrepierna. Su interior prácticamente succionando mi pene, mientras sus jugos íntimos lubricaban el paso hasta su útero.
Summer se aferró a la almohada debajo de ella, incapaz de resistir a la intensidad del placer que seguía recibiendo. Obligándola a morder la almohada mientras sentía como su límite se acercaba.
Sus pliegues internos apretaron con fuerza mientras se estremecían. Sus jugos de amor chorrearon como una fuente, empapando las sábanas y mi entrepierna. Un fuerte gemido escapó de su boca, audible incluso aunque la almohada amortiguaba su voz.
Yo también llegué a mi límite, empujando con fuerza una última vez, mientras sentía como mis bolas se contraen, mientras empezaban a soltar toda la carga dentro del interior de Summer. Otro dulce gemido escapó de los labios de ella, mientras sentía como era llenada por mi espesa y caliente semilla directamente en su útero. El semen chorreaba por su coño, mientras su vientre era incapaz de resistir tal cantidad de esperma.
Con un último gruñido, saqué mi polla de su interior, recostandome sobre su cuerpo mientras mi respiración pesada golpeaba su cuello. Summer no era diferente, ella jadeaba pesadamente mientras recuperaba el aliento de aquella intensa sesión. El sudor empapaba su espalda, haciendo que su pelo se pegara a su cuello y frente. Sin embargo, incluso si su aspecto parecía desaliñado, no pude evitar quedar cautivado con su belleza.
Apartando varios mechones de pelo, le dí un pequeño beso en su cuello, seguido de otro más cerca de sus hombros. Ella soltó un pequeño jadeo, más cercano a un gemido de placer, mientras me miraba con una sonrisa lujuriosa. Continúe besando su cuerpo, mientras al mismo tiempo empezaba a acariciar su espalda. Mi mano bajó hasta su trasero, acariciando suavemente uno de sus glúteos, antes de darle un fuerte apretón.
"Aah~... Aún estoy muy sensible...".
"No puedo evitarlo. Me encanta este cuerpo tuyo...". Cuando dije éso, su mirada por un segundo adquirió un atisbo de incertidumbre. Cómo si ella quisiera decirme algo, pero no supiera cómo. "¿Qué sucede?".
Ella mueve su cuerpo, intentando sentarse sobre la cama. Yo me aparto, dejando vía libre para que ella se levante. Summer, se sienta, aún con una mirada compleja en su rostro. Pero finalmente decide hablar. "Gray... ¿Puedo pedirte algo?".
"Claro. Lo que sea".
"Es qué... Esa habilidad que usaste... Para cambiar la forma de tu brazo... ¿Puedes hacerlo con todo tu cuerpo?".
"Sí... ¿Por qué?. ¿Quieres que cambie mi apariencia?".
"¡No!... Es decir... No quiero que pretendas ser otra persona, pero... Si pudieras hacerte más grande y musculoso... Solo por esta vez... Es qué, siempre me pregunté que se sentiría hacerlo con alguien enorme y bueno...".
Oh. Supongo que era una fantasía suya. Realmente no tenía problema con éso. No sé por qué ella parecía tan indecisa respecto a esto.
Me levanté de la cama, poniéndome de pie frente a ella. Activé 'Modificación Corporal', enfocándome en los cambios que quería hacer en mi cuerpo. Mi altura aumentó considerablemente, mientras el volumen de mi musculatura crecía en proporción, hasta finalmente alcanzar una masa corporal más digna de un físico culturista. Por suerte estaba desnudo, porque muy seguramente mi ropa se habría roto completamente.
Summer quedó completamente sorprendida con mi nueva apariencia. Antes yo era algo más alto que ella, siendo que ella apenas era lo suficientemente alta como para llegar a mi barbilla. Pero ahora, Summer era prácticamente una mujer pequeña en comparación a mí. Diría que apenas llegando por debajo de mis pectorales, si no menos.
Ella se puso de pie frente a mí, corroborando mi estimación sobre la altura relativa entre ella y yo. Puso su mano sobre mis recién formados abdominales, sintiendo los músculos debajo de sus pequeños y suaves dedos. Su mano bajó hasta mi virilidad, la cuál también había crecido en proporción a mi nuevo tamaño. No pude evitar soltar una bocanada de aire al sentir como ella envolvía mi miembro con ambas manos, o al menos lo intentaba. La circunferencia de mi polla ahora era casi demasiado para abarcar con sus dedos.
Por un segundo pensé en reducir un poco más el tamaño de mi pene, pero las palabras de Summer me detuvieron.
"Perfecto...". Ella sonrió de forma lasciva, mientras una mirada de anticipación brillaba en sus ojos. Ella acarició un poco más mi pene, provocando que este empezara a gotear el líquido preseminal. "Ahora, quiero que me cargues de espaldas, sujetando mis piernas".
Ella giró su cuerpo, dándome la espalda. Haciendo lo que ella me pidió, la cargué sobre mis manos, apoyando su espalda sobre mi pecho, mientras sujetaba sus muslos firmemente.
Mi polla palpitó cuando ella la tomó con sus manos, alineándolo con su mojado y caliente coño. Ella jadeó dulcemente al sentir como mi glande rozaba sus labios inferiores. El líquido preseminal se mezcló con los propios fluidos íntimos de Summer, empapando la punta de mi virilidad palpitante.
"Está bien... B-bájame lentamente...".
Tuve que contener un gruñido al sentir como sus pliegues internos apretaban alrededor de la punta de mi pene. Ella por su parte, no pudo evitar soltar un jadeo mientras sentía como su interior se expandía a medida que mi virilidad se abría paso a través de su vagina.
"Ah-... ¡Aaahh~!. Santo cielo... Ésto... ¡Aaahn~!. ¡¡Mnnh~!!".
Todo su cuerpo tembló mientras más se adentraba mi pene en su interior. Cuando finalmente sentí cómo mi glande chocaba contra lo más profundo de su vagina, casi una cuarta parte de mi pene aún sobresalía fuera. Su vientre se expandió de forma visible, marcando la silueta de mi polla. En cualquier otra situación, me cuestionaría cómo podía soportar tener algo de ese tamaño dentro suyo. Sin embargo, mi excitación era demasiada como para cuestionarme algo de ésto. Cada pequeño temblor de su cuerpo provocaba que sus pliegues se estremecieran, apretando con fuerza mi eje erecto, enviando oleadas de placer a través de todo mi cuerpo.
Ella tuvo un pequeño orgasmo que hizo que su interior apretara aún más sobre mi eje. Apenas pude resistir para no correrme yo mismo con la constante sensación de puro placer. Summer subió los brazos, sosteniéndose como podía de mi cuello. Ambos tuvimos que detenernos por un momento, ya que la sensación parecía ser demasiado para los dos.
"Haa... Summer... Creo que está demasiado apretado... No creo que sea buena idea...". Dije entre jadeos, recuperando un poco de autocontrol.
"¡N-no!... Ahh~... No... E-estoy bien... C-continúa... Nghh~...".
Obedecí, levantándola lentamente mientras sentía como su interior protestaba por el vacío que había dejado. Los fluidos de ambos chorreaban a través de mi polla, sirviendo de lubricante para facilitar el paso de mi pene en su interior, desbordándose hasta gotear por mis testículos para finalmente caer al suelo.
Apenas pude resistir el impulso de empalar miembro con todas mis fuerzas dentro de ella. Los constantes espasmos de su vagina no hicieron más que aumentar la excitación y el placer que sentía, nublando mi juicio casi por completo.
Ella soltó un fuerte jadeo cuando mi pene volvió a empujar contra su útero, removiendo sus entrañas con el absurdo tamaño que tenía este. Realmente estaba preocupado por provocarle algún daño, sin embargo, mi mente estaba demasiado borrosa por el placer y el hecho de que ella me seguía pidiendo que continúe.
"Summer... Haa... Si seguimos, ngh... No creo que pueda controlarme... Estás demasiado apretada...".
"Hazlo... Déjate llevar... Aaah~... Házme lo que quieras... Mnnh~...".
"P-pero... ¿Y si te lastimo?".
Ella me dio una mirada sorprendida, antes de sonreír débilmente mientras colocaba su mano derecha sobre mi mejilla. Acercando mi rostro hacia el suyo a pesar de la posición algo incómoda. "Gray... Estoy bien... No tienes que contenerte… Quiero ésto".
No pude resistir más. Empujé la totalidad de mi pene dentro de ella, invadiendo su útero, haciendo que ella no pueda evitar tener un pequeño orgasmo que la hizo estremecer con fuerza.
"¡¡Oooohhh~!!...".
Sin embargo, en éste momento no estaba con la suficiente claridad mental para preocuparme por éso. Continúe con mi asalto, penetrando su interior con fuerza, mientras sentía como sus pliegues apretaban alrededor de mi polla, envolviéndola en un cálido y húmedo abrazo. El enorme bulto en su vientre subía y bajaba con cada penetración, dando una vista extrañamente excitante. Una lujuria primitiva me invadió al ver esto, haciéndome preguntarme, ¿Qué tan profundo podría metérsela a Summer?.
"Aahh~... Aaaahnn~... Ooouhg~... ¡Uuuhh~!... ¡¡Nnnhgg~!!...".
Cualquier preocupación que tenía se esfumó. Mis embestidas tomaron más fuerza, penetrando hasta lo más profundo de Summer. La cuál apenas podía hacer más que jadear entre gemidos mientras su cuerpo temblaba y se estremecía cada vez que mi pene empujaba contra su interior.
Sentí cómo ella parecía tener otro mini orgasmo mientras removía mi miembro dentro suyo, haciendo que sus jugos íntimos continuaran fluyendo. Su expresión era de puro éxtasis. Parecía casi intoxicada con el placer.
Alcé sus piernas aún más, hasta que estuvieron a la altura de sus hombros, mientras la sostenía con los antebrazos, llevando mis manos hasta detrás de su cuello. Summer se aferró como pudo a mis bíceps, sintiendo como mi polla empujaba un poco más profundo con cada embestida. Mis bolas rebotaban de arriba abajo, goteando fluidos íntimos de ambos. Había perdido la cuenta de cuántos mini orgasmos ella había tenido hasta ahora, pero eso no me detuvo. Por el contrario, el sentir como su interior apretaba tan fuerte me motivó a continuar. Empujando frenéticamente contra su útero, que parecía succionar mi polla con avidez.
Trás unos segundos, finalmente sentí cómo me acercaba a mi límite. Aceleré un poco más mis embestidas, haciéndolas más cortas, enfocándome en frotar el punto más profundo de su cachonda vagina.
"¡Oooh~!. ¡Uuuhh~!. Nnggh~. Haaaah~. ¡Aaahh~!. ¡¡Aaaaah~!!".
Con una última embestida, sentí cómo llegué a mi límite. Mis bolas se contrajeron, mientras empezaban a soltar toda la carga que llevaban. Gruesos chorros de semen empezaron a brotar de mi miembro, empapando las paredes internas de Summer e hincando aún más su vientre. Su interior no dió abasto a la cantidad tan masiva de semen que salía disparada en su interior, brotando de su coño como un manantial blanco y espeso que se mezcló con los propios fluidos íntimos de ella.
No pude evitar jadear con fuerza mientras sentía como mis bolas seguían descargando mi espesa y caliente semilla dentro de Summer, llenando su útero con tanto semen que casi parecía embarazada de varios meses. Por su parte, Summer jadeaba pesadamente mientras su interior seguía hinchándose más y más, hasta que finalmente mis descargas se detuvieron.
Ambos respirabamos pesadamente, con nuestros cuerpos sudorosos por la intensa experiencia. Lentamente, saqué mi virilidad de su interior, sintiendo cómo sus paredes se oponían a soltarme, pero finalmente logré sacarlo completamente. Inmediatamente después, su interior empezó a dejar salir la absurda cantidad de esperma que contenía, cayendo sobre el suelo como una fuente abierta, manchando la alfombra sobre el piso.
Me deleité con su aroma con aroma un momento, intentando disfrutar del momento lo más que pudiera mientras aún me recuperaba. Summer parecía sin fuerzas, apenas pudiendo mantenerse agarrada a mis brazos. Estaba seguro que ella no podía mantenerse de pie, por lo que caminé hasta la cama nuevamente, colocándola suavemente sobre esta. Ella continuó jadeando, aunque más lentamente, pareciendo haberse recuperado lo suficiente.
"¿Estás bien?". Pregunté. Viéndola tomar una larga respiración antes de que pudiera calmarse completamente.
Ella me sonrió, con una mirada casi eufórica y me dijo. "Hagámoslo de nuevo...".
Sí. Supongo que estaba bien.
.
.
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Fin—.
Mm… quizás un poco repentino el final, pero bueno. Quiero dejar algo para los siguientes capítulos.
Algo que quiero comentar, es que realmente hay cosas que debí haber establecido antes, pero que por inexperiencia pasé por alto al escribir. Cosas como los pequeños cambios en las personalidades de Ruby y Yang.
Es decir, aquí fueron criadas por Summer, obviamente eso debería influir un poco, pero, no es que se me olvidara, si no más bien que no supe abordar. Otra cosa, y me sorprende que nadie lo haya comentado, es el perro de Yang y Ruby, Zwei. Ésto sí fue una decisión consciente, simplemente no tengo un uso para él en el fic, por lo que simplemente aquí no está.
Me gustaría pensar que en el canon, el papá de ambas lo compró para compensar un poco la soledad que sintieron Yang y Ruby cuando Summer murió. Aquí pues, Summer está viva y es más atenta, por lo que no terminó comprando la mascota.
Hay algunas cosas más, pero las iré poniendo en los siguientes capítulos.
Y nada, espero les haya gustado. Hasta el próximo capítulo.
:3
Yang estiró los brazos hacía arriba para intentar aliviar el ligero cansancio que sentía. A su lado, su hermana menor caminaba junto a ella mientras ambas volvían de la escuela. Realmente ella estaba agradecida que el semestre esté por terminar, porque asistir a clases se volvía tedioso rápidamente. Lo único que la motivaba a seguir llendo, eran las prácticas de combate. Y la promesa que su madre le había hecho si conseguía buenas notas a final de semestre.
Las clases de combate eran liberadoras. Ya que ahí podía sacar a relucir el fruto de su entrenamiento, mientras de paso aprovechaba para sacar algo de frustración golpeando a algunos idiotas que creían que podían con ella. No quería ser muy arrogante, pero era la mejor de su clase cuando se trataba de pelear. Ella era mucho más fuerte que la mayoría y si resultaba que encontraba a alguien más fuerte que ella, bueno, su Semblanza estaba ahí para darle la pequeña ventaja que necesitaba.
Y sobre la promesa de su madre. No podía esperar a conseguir al fin aquella hermosa moto que había estado deseando desde hace un año. Había tomado algunas clases de conducción y practicado con unos amigos que ya tenían sus propias motos. Todo para cuando finalmente llegue el día que tanto ansiaba.
Ya quería ver la reacción de Gray cuando la viera llegar en esa hermosa moto amarilla.
Ambas llegaron hasta la entrada de su casa, abriendo la puerta sin ninguna preocupación. Hasta que escucharon voces provenientes del piso de arriba. Al principio parecían amortiguadas, pero con solo acercarse unos pocos pasos, ambas escucharon lo que claramente eran gemidos.
Un sonrojo invadió el rostro de ambas. Ruby miró a su hermana mayor con nerviosismo y vergüenza. Completamente conscientes de lo que estaba pasando en el piso de arriba.
Yang fué la primera en moverse, caminando lentamente hasta las escaleras. Ruby la siguió en silencio casi de inmediato, midiendo sus pasos para evitar hacer ruido, sin mirar a ninguna otra parte, salvo el lugar de donde escuchaban esos sonidos obscenos. Ninguna sabía por qué estaban teniendo tanto cuidado al caminar, pero no podían evitarlo. Tenían curiosidad por ver lo que estaba pasando en la habitación de su madre. Incluso si sabían exactamente qué se encontrarían.
La voz de su madre se hacía más clara, hasta que pareció ser amortiguada por algo. O más bien, como si estuviera tragando algo que tapaba completamente su boca. El sonido húmedo de algo chocando contra algo, junto con la voz atragantada de su madre se hacía más claro mientras más se acercaban. Hasta que finalmente ambas estaban frente a la habitación de su madre.
Yang empujó la puerta lentamente, solo lo suficiente como para poder ver algo. Ambas miraron por la rendija, viendo una escena que dejó sus mentes en shock. Su madre, casi completamente desnuda, salvo por unas medias largas hasta los muslos. La cuál estaba siendo penetrada por dos Gray. Ambos gruñendo con fuerza mientras asaltaban tanto la boca, como la feminidad de Summer, sin darle un momento de descanso.
Summer parecía completamente perdida en el placer. Su mirada estaba casi en blanco, completamente intoxicada por la lujuria, mientras su cuerpo estaba cubierto por toda clase de fluidos, tanto suyos, como de los dos Gray que la embestían sin parar.
Ruby tuvo que taparse la boca para no jadear de sorpresa. Nunca en su vida esperó ver aquella vista. Mientras Yang estaba sorprendida, sí, pero sobre todo, excitada. Ésta era la segunda vez que veía a su madre en esta situación y aunque estaba igual de sorprendida que su hermana menor, un pensamiento pareció ocupar su mente más que cualquier otro.
Ella quería estar ahí.
Yang bajó la vista hasta su hermana pequeña, viendo como ella parecía inquieta, con sus manos a punto de viajar a una zona peligrosamente cerca de sus partes más íntimas. No pudo culparla, ella también estaba sintiendo un ardor en su vientre, que la motivaba a llevar sus manos hasta su feminidad para intentar calmarlo. O mejor aún, entrar y unirse para que Gray calme el calor en su interior.
Ella estaba a punto de llevar sus dedos hasta su zona más íntima, sin importar que Ruby estuviera literalmente debajo de ella, pero una voz detrás de ambas las sorprendió.
"¿Disfrutando la vista?".
"...!!!".
Ambas casi saltan de su piel mientras retrocedían, apenas evitando caer estrepitosamente al suelo. Allí, de pie en el pasillo, vieron a otro Gray, vistiendo solo una toalla para cubrir su parte inferior. Él las miraba con una expresión ligeramente divertida, pero también ligeramente avergonzada.
"¿C-cómo...?". Yang intentó preguntar.
"Son clones. Me dió un poco de hambre y bajé a la cocina para comer algo, así que dejé un par de clones mientras tanto. Ustedes parecían muy concentradas en... Éso, para notarme". Explicó él, asintiendo hacía la habitación de donde seguían llegando aquellos ruidos.
Yang no pudo evitar sentirse avergonzada, no solo por su despiste, o por ser descubierta mirando a su madre tener relaciones, si no también por la vista ante ella. Gray se veía sudoroso, más de lo que nunca lo había visto. Su torso desnudo y tonificado lucía brillante por la humedad, resaltando su piel. Y la toalla, apenas cubriendo suficiente como para no dejarlo completamente expuesto, pero si lo suficiente como para poder fantasear con lo que había debajo.
"¿C-cuánto tiempo... Llevan... H-haciéndolo?". Pregunta Ruby en voz baja. Sin ser capaz de evitar volver a mirar hacia la habitación donde su madre estaba.
"No tengo idea. Normalmente terminamos antes de que ustedes dos lleguen, pero conseguí un trabajo y bueno... Summer estaba impaciente".
Yang no pudo con la oleada de pensamientos que empezaron a brotar de su mente. Los sonidos lascivos que seguían sonando justo en la habitación frente a ellos hicieron que el calor en su feminidad no hiciera más que aumentar. Así que tomó una decisión.
Ella tomó la mano de Ruby y caminó hasta Gray, tomándolo de la mano y llevándolo a él y a su hermana hasta su habitación. Para completa sorpresa tanto de Gray como de la propia Ruby.
Al entrar, Yang se paró frente a ambos, sin saber muy bien cómo continuar. Si bien era cierto que se sentía muy caliente, nunca se había desnudado frente a su hermana. Al menos no desde que eran niñas y se bañaban juntas. Ahora era diferente, ya no eran niñas pequeñas. De hecho, Ruby había crecido... Mucho.
Yang no pudo evitar visualizar como Ruby crecería para ser una hermosa mujer, tan dorada como la propia Summer. Incluso si sus pechos aún no se habían desarrollado del todo, lo cierto es que para la edad que tenía, eran grandes.
Con la lujuria nublando su mente, ella empezó a desabotonar la camisa de su uniforme escolar. Sus nervios hicieron que sus manos temblaran ligeramente, pero ella descartó su vergüenza, ya habían llegado hasta este punto, y Gray estaba prácticamente desnudo. No se echaría atrás ahora.
Su blusa cayó, dejando libre sus pechos, cubiertos solo por su sostén, una simple de color negro que usaba simplemente porque era cómodo. Sin embargo, su figura destacaba a pesar de lo simple de su prenda. Continúo con su falda, bajando el cierre a un costado y dejándola caer junto a la camisa, mostrándole a Gray sus bragas, igualmente negras, con pequeños diseños de encaje.
No pudo evitar sonreír al ver como el miembro de Gray empezaba a levantarse poco a poco. Y no pudo evitar resoplar con diversión al ver cómo Ruby se cubría el rostro por lo avergonzada que estaba.
"Vamos, Ruby. Te toca".
"¡¿E-e-eh?!".
"¿No quieres hacerlo con Gray?...". Preguntó Yang, acercándose a Ruby lentamente, parándose detrás de ella para llevar sus manos lentamente hasta los botones superiores de la camisa. Ruby solo pudo tragar de nerviosismo al ver cómo Yang empezaba a soltar uno por uno los botones de su camisa frente a Gray, el cuál parecía hipnotizado por la escena.
El rostro de Ruby se volvió aún más rojo cuando sus pechos quedaron igual de descubiertos que los de Yang, mostrando el sostén que cubría sus senos. A diferencia del de su hermana, el suyo era blanco, con un pequeño moño rosa en el centro. Yang no se detuvo ahí, sus manos bajaron hasta el cierre en la falda de Ruby, bajando lentamente la cremallera hasta dejar al descubierto sus bragas, unas de color rosa, adornada con algunos diseños en los bordes, similares a los pétalos de una flor.
Ruby solo pudo intentar contener su voz al sentir cómo las manos de Yang pasaban lentamente por su costado, hasta llegar a sus pechos, apretándolos suavemente mientras soltaba una pequeña risa.
"¿Y bien, Gray?... ¿Solo te quedarás ahí?".
Gray no dijo una sóla palabra, solo procedió a tomar la toalla que cubría su parte inferior, para tirarla a un lado rápidamente. Tanto Yang como Ruby solo pudieron admirar con anticipación el cuerpo desnudo de Gray. Su pene, completamente erecto, palpitando en su dirección, mientras el líquido preseminal empezaba a gotear desde la punta.
Él se acercó a ambas, llevando sus manos hacia sus espaldas, abrazando a ambas suavemente mientras acercaba su rostro al de Yang. Yang no se resistió al beso, ella dejó que Gray juntar sus labios con los de ella, iniciando un acalorado intercambio mientras sus lenguas revoloteaban contra la del otro. Trás unos segundos, ambos se separaron, para que inmediatamente después Gray llevara sus labios contra los de Ruby. Al principio, Ruby parecía algo torpe, la vergüenza de ser observada en una situación tan íntima le impidió concentrarse, pero a medida que el embriagador sentimiento de ser besada la invadía, sus nervios fueron reemplazados por pura lujuria. Ella acercó su rostro aún más al de Gray, profundizando el beso mientras activamente movía su lengua contra la de él.
Cuando ambos se separaron, Ruby parecía casi aturdida, respirando pesadamente mientras sus pensamientos se hacían confusos. Su nerviosismo, casi completamente desaparecido, mientras parecía intentar volver a besar a Gray.
Yang se rió de esta, antes de que su mirada bajara hacia el miembro erecto y palpitante de Gray. Su mano se movió hacía el, tomándolo suavemente entre sus dedos, provocando que Gray se estremeciera ligeramente. Ella beso a Gray en el cuello, bajando sus labios lentamente por su pecho y costado, hasta llegar a su pelvis. Arrodillándose frente al enorme pene de Gray. Ella besó la base, tomando las pesadas bolas entre sus dedos, acariciándolas con suavidad. Disfrutó del como Gray se estremeció nuevamente con sus besos. Apenas conteniendo un gruñido mientras bajaba la mirada hacía ella.
Ruby no se quedó atrás, ella también se arrodilló junto a Yang, acercando sus labios más cerca de la punta de la virilidad de Gray. Éste soltó un débil jadeo al sentir cómo ambas empezaban a besar su polla, empapando toda su longitud con su tibia saliva. Ambas empezaron a enfocarse en su glande, moviendo sus lenguas alrededor, estando peligrosamente cerca de besarse entre ellas mismas, pero a ninguna pareció importarle este hecho. Ruby parecía demasiado embriagada de placer para notarlo y Yang, parecía completamente a gusto con esto.
Gray cerró los ojos, jadeando débilmente mientras su pene palpitaba debido a la estimulación constante que sentía. Sus manos se posaron sobre las cabezas de Yang y Ruby, acariciando su pelo mientras ellas continuaban trabajando con sus bocas. Un jadeo más fuerte escapó de su boca cuando sintió cómo una de ellas empezaba a acaparar todo su pene para ella. Ruby, motivada por la lujuria y el constante placer que sentía cuando su boca tocaba la virilidad de Gray, procedió a empujar a Yang a un lado, mientras trataba de meter toda la longitud de Gray en su boca.
Sus ojos parecían casi desorbitados, mientras ella continuaba chupando la mayor longitud posible. Incluso cuando claramente no podía, aún así continúo intentando meterlo todo hasta su garganta. Las pequeñas arcadas se hicieron más frecuentes, hasta que ella finalmente desistió de la idea, jadeando pesadamente mientras dejaba libre la polla de Gray.
Yang no perdió el tiempo, como si se sintiera desafiada, ella procedió a chupar el pene de Gray al igual que Ruby. Y para sorpresa de esta última, ella lo hacía con mucha más facilidad.
Yang tragó la totalidad del miembro erecto de Gray, apoyando sus manos sobre las caderas de él, mientras su rostro chocaba contra la pelvis de este. Lentamente, ella retrocedió hasta casi llegar a la punta, solo para volver a tragarlo todo completamente. Su garganta apretaba contra la virilidad de Gray, enviando oleadas de placer a este, el cuál echó la cabeza hacia atrás mientras sentía como la calidez envolvía su miembro.
Ruby se sintió inquieta por la vista ante ella. Sus manos no pudieron evitar bajar hasta su feminidad. Usando sus dedos para saciar el hambre que sentía en su zona íntima.
Trás un rato más, finalmente Gray llegó a su límite. Sus bolas se estremecieron, mientras se contraían, preparándose para soltar toda la carga que llevaban. Yang notó esto, profundizando por última vez su mamada. Gray no pudo evitar tomar a Yang por detrás de la cabeza, empujándola contra él, mientras empezaba a disparar su espesa semilla.
Yang abrió los ojos con sorpresa, mezclada con euforia. Los gruesos chorros de semen caliente salieron disparados, empapando su garganta y manchándola completamente. Casi podía sentir cómo todo ese semen caía directamente en su estómago, llenándola con la semilla de él.
Trás unos segundos, Gray finalmente terminó de correrse. Yang se separó de él lentamente, dejando atrás un rastro blanco sobre toda la longitud de la polla en su boca. Cuando finalmente el miembro de Gray salió de su boca, ella jadeó pesadamente, sintiéndose embriagada de placer. Su mente estaba en blanco, incapaz de registrar nada más, salvo la polla frente a ella.
Incapaz de resistir más, Ruby se puso de pie, tomando la mano de Gray y llevándolo hasta la cama de su hermana. Allí, Ruby se subió, apoyando sus manos y rodillas sobre el colchón, mientras dejaba su trasero a la vista de Gray. Su coño goteaba sus fluidos íntimos, invitando a Gray entrar en ella. Una sonrisa sórdida adornó su rostro, mientras su mirada solo denotaba un instinto primario por reproducirse.
"Gray... Mételo... Yá... Por favor...". Suplicó, entre jadeos, la menor de las hermanas. Meneando su trasero de forma traviesa, para completo deleite de Gray.
"Eres toda una pequeña pervertida, Ruby". Se rió Gray, con una mirada hambrienta mientras miraba el redondo culo de Ruby menearse de un lado a otro. Él se acercó a ella, tomando sus caderas para alinear su pene contra la vagina de Ruby.
Ruby jadeó débilmente al sentir como la punta del pene de Gray rozaba sus labios inferiores, haciendo que sus jugos de amor fluyeran aún más. Gray no la hizo esperar más, metiendo lentamente su polla en el coño de Ruby. Sin poder contenerse, Ruby gimió con fuerza, sintiendo como sus brazos casi cedían ante el estremecimiento de su cuerpo.
Gray no parecía querer contenerse con ella. Metiendo la totalidad de su miembro en la vagina de Ruby. La cuál no pudo evitar tener un mini orgasmo al sentir como su interior se expandía mientras Gray continuaba metiendo toda su polla en ella, llegando hasta su útero, e incluso empujándolo más allá. Sus paredes internas apretaron con fuerza, haciéndola temblar por el placer. Incluso si al principio sintió algo de dolor, este rápidamente fué reemplazado por el más absoluto deleite.
"Haa... Tan apretada... Uff...".
"Hah~... Muevete, por favor... Aah~".
Gray empezó a mover sus caderas, sacando lentamente su pene de dentro de Ruby, solo para meterlo nuevamente. Ruby volvió a gemir dulcemente, incitando a Gray a continuar. Feliz de complacer sus deseos, Gray empezó a moverse más rápido, provocando un sonido húmedo con cada embestida.
Los gemidos de Ruby, junto con la escena frente a ella, hicieron que Yang se sintiera inquieta. Ella dejó que Ruby sea la primera, ya que ella había tomado la primera corrida de Gray, sin embargo, mientras más veía como esos dos tenían sexo, más aumentaba el calor en su zona inferior. Ella subió a la cama junto a Gray, rodeándolo con sus brazos mientras empezaba a besarlo en el cuello. Gray se mordió el labio inferior, disfrutando de la estimulación adicional que Yang le estaba dando, hasta que finalmente decidió complacer a Yang también. Él llevó una de sus manos detrás de Yang, agarrando su trasero mientras llevaba sus labios contra los de ella.
Yang soltó un gemido ahogado. Disfrutando de la sensación de placer que la mano y los labios de Gray le brindaban. Hasta que la sorpresa la invadió al sentir como los dedos de Gray bajaban hasta su feminidad. Ella no pudo evitar gemir mientras Gray empezaba a jugar con su coño. Mientras al mismo tiempo acercaba su rostro contra el de ella para continuar besándola. Ésto mientras aún continuaba embistiendo a Ruby.
Pronto, el sonido de su pelvis contra el pequeño y redondo trasero de Ruby, junto con los gemidos de esta, sumado a los ocasionales gemidos de la propia Yang inundaron la habitación.
"A-aaah~... Sí... Me encanta... Más... Aaah~... ¡Más!".
Gray detuvo sus besos a Yang, tomando a Ruby con ambas manos, mientras empujaba con más fuerza contra la feminidad de Ruby. Sin poder soportarlo, Ruby estaba a punto de dejarse caer sobre la cama, hasta que sintió cómo Gray tomaba sus brazos, atrayéndola hacía él. Sus pechos rebotaban con cada embestida, mientras el sudor empezaba a caer por su cuerpo. Ella miró a su estómago, viendo como se formaba un enorme bulto bajo su vientre con cada embestida de Gray. Y por alguna razón, aquella vista la excitó aún más.
"Haaah~. Tan profundo... Aaah~... Me voy... Mnnh~... A volver... Loca... Aaaah~!".
Gray abrazó el cuerpo de Ruby, rodeándola con un brazo, mientras con el otro atraía su rostro contra el de él. Gray la besó con pasión, metiendo su lengua en la boca de ella, provocando que la yá liosa mente de Ruby quede completamente en blanco. Lo único que registró fué el placer, rindiéndose gustosamente ante el.
El asalto de Gray continúo por un rato más, hasta que sintió como el interior de Ruby apretaba con más fuerza. Empujando con más fuerza, sintió cómo él también estaba cerca de su límite. Cuando finalmente llegó a su clímax, empujó su polla tan profundo como pudo, descargando su semen directamente en el útero de Ruby.
"¡¡¡Aaaaah~!!!... Aah~... Mmnh~...".
El vientre de Ruby se expandió aún más con cada grueso chorro de semen que salía disparado a su interior. Ella no pudo evitar gemir con fuerza mientras sentía como su clímax llegaba. Sus fluidos íntimos chorrearon sobre la cama, empapando las sábanas debajo de ella, mezclándose con la semilla de Gray.
Cuando Gray finalmente terminó de correrse, separó sus labios de los de Ruby, dejándola respirar. Ella jadeó con fuerza intentando recuperar el aliento. Se sentía débil y mareada, pero sobre todo, se sentía increíblemente bien. El más absoluto éxtasis inundó su mente, haciéndola incapaz de registrar nada más.
Gray jadeó, sacando su pene del interior de Ruby, provocando que está vuelva a estremecerse débilmente. Ruby se desplomó sobre la cama, sufriendo pequeños espasmos mientras todo el semen en su interior empezaba a brotar hacia afuera.
Volteando su vista, Gray vió a Yang, sentada sobre la cama con las piernas abiertas mientras se tocaba a sí misma. Él se acercó a ella, recostándola sobre la cama, mientras se colocaba encima de ella. Gray la tomó de las caderas, alineando su pene contra la feminidad de Yang. Ella jadeó de expectación, sintiendo como su corazón latía con fuerza bajo su pecho. Estaba impaciente y Gray no la hizo esperar más.
"Oooh~...". Un gemido escapó de sus labios al sentir los primeros centímetros entrar en su interior. Sus paredes internas se expandieron a medida que Gray metía su virilidad dentro de ella, haciéndola estremecer con fuerza debido al placer. Se sentía incluso mejor que la última vez que lo hicieron. Cosa que atribuyó a las extrañas habilidades de Gray.
Yang se aferró a las sábanas cuando sintió que Gray empezaba a moverse. Una corriente placentera subió por su columna, aturdiendo brevemente todos sus sentidos cuando sintió cómo su útero era empujado más allá de lo que creía posible, haciéndola preguntarse, ¿Acaso se hizo más grande?. Ella podría jurar que la vez anterior no había llegado tan profundo. Sin embargo, lejos de sentirse incómoda, se sentía plena. Lo cuál, sumado a que Gray se movía justo como a ella le gustaba, hicieron que poco a poco se pierda en el placer.
Gray continuó moviéndose, con embestidas lentas, pero profundas. Acelerando su ritmo por momentos, solo para volver a hacerlo lento nuevamente. Yang sintió cómo el pene de Gray frotaba sus puntos más sensibles, provocando pequeños espasmos en todo su cuerpo.
"Mnnh~... Aaah~... Aaahh~... ¡Haah~!... Oooh~...". Ella no contuvo su voz. Sus gemidos resonaban por la habitación, indicando lo mucho que estaba disfrutando del momento.
Gray llevó una de sus manos hacia los pechos de ella, apretando suavemente antes de pellizcar una de sus pezones. Los labios de Yang temblaron mientras un gemido particularmente agudo escapó de su boca. Sus pezones se sentían muy sensibles, y Gray estaba haciendo un buen trabajo mientras los acariciaba.
Gray acercó su cuerpo al de ella, llevando sus labios contra los de Yang, iniciando un intercambio húmedo con sus lenguas. Yang cerró los ojos, abrazándolo mientras aceptaba la cálida y gratificante sensación en sus labios. Sus piernas rodearon a Gray, acercando sus cuerpos incluso más. La sensación de su piel contra la de él hizo que su cuerpo se sintiera aún mejor.
"Haaah~... Me encanta... Sigue... Aaah~... Más...".
Gray empezó a besar su cuello, provocando más gemidos por parte de ella. Todo su cuerpo se sentía increíblemente sensible y Gray parecía aprovecharse. Su lengua recorrió su cuello y mejillas, llegando hasta el lóbulo de su oreja. Yang no tenía idea de qué esa parte pudiera sentirse tan bien al ser besada, pero disfrutó plenamente descubrirlo.
"Nngh~. Aah~. Sí... Aaaah~. Mmmn~.".
Pronto, Yang sintió cómo se acercaba al clímax. Podía sentir su interior apretando con más fuerza contra el pene de Gray y podía sentirlo a él empujando con más fuerza contra su interior.
Cuando finalmente llegó al orgasmo, sus paredes se estremecieron con fuerza, mientras sus fluidos íntimos chorreaban como una fuente, empapando la entrepierna de Gray. Gray empujó una última vez, metiendo su pene hasta lo más profundo de Yang, antes de descargar toda su semilla dentro de ella.
"¡¡O-oooooh~!!...".
Yang sintió cómo su vientre se expandía y su interior se llenaba. La caliente y espesa semilla de Gray inundó su útero, llenándola de absoluto éxtasis. Ella jadeó con fuerza mientras los gruesos chorros continuaban saliendo disparados, desbordándose de su coño y manchando las sábanas debajo de ella. Su mente se sentía nublada de una forma gratificante. No sentía nada más que placer.
Cuando finalmente Gray terminó de correrse, este intentó liberarse del agarre de Yang, pero ella no lo dejó. Quería seguir en esa posición un poco más.
"Aún no... Aún no terminamos...". Dijo entre pesados jadeos. "Quiero hacerlo de nuevo... Con dos tú...".
"¿Segura?". Preguntó él.
"Sí... Hazlo...".
Varios destellos aparecieron en la habitación, tras esto, tres clones de Gray se formaron, todos desnudos y con sus miembros ya erectos apuntando a ella. Dos de los clones caminaron hasta Ruby, cargándola y sacándola de la habitación de Yang. Todo para confusión de Ruby, confusión que rápidamente se transformó en anticipación al comprender lo que le esperaba.
Ahora, a solas con dos Gray en la habitación, ella no pudo evitar sentir la misma anticipación que su hermana.
.
.
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Fin—.
Ok. Terminamos aquí, si no, el capítulo se hará demasiado largo. Dejaré lo que falta para el siguiente.
No tengo mucho que decir, más allá de que el capítulo iba a salir antes, pero estaba viendo la segunda temporada de Arcane y me destrozó completamente el final del capítulo 6. Si no la vieron, véanla. En serio merece la pena.
Pero bueno. Espero les haya gustado el capítulo. Será hasta el siguiente.
:3
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