—¡Qué tonterías estás diciendo! —Amanda lanzó una mirada fulminante a Kayson antes de volverse hacia Basil Jaak. Suspiró aliviada al ver que él parecía no haber escuchado su conversación.
—No seas tímida. Justo ahora él respondió bastante cariñosamente a tu confesión —Kayson soltó una carcajada.
—¿Qué tal si te ocupas de tus propios asuntos? —Amanda miró a Kayson, que se reía a carcajadas, y quiso golpearle la cabeza solo para ver qué había exactamente dentro de ella.
—Quién sabe, hay muchas situaciones en las que lo que comienza como una farsa se vuelve real —dijo Kayson animadamente—. Las confesiones pueden ser cómodas, pero aceptarlas es mucho más difícil. ¡Disfruta mientras dure!
—¡Como sea! —Amanda no pudo soportar más las burlas de Kayson. Sonrojada, se levantó y dijo:
— Tú disfruta de la diversión, yo voy al baño.
…