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—Qué boca más grande tienes, me pregunto si me estás dando alguna dignidad —acompañando las palabras, un joven apuesto vestido de traje se levantó del público.
—¿Colby Chester? —Jerónimo se quedó momentáneamente atónito ante el hombre que tenía delante.
De hecho, el hombre no era otro que Colby Chester, hijo de Chester, el presidente de la Compañía Internacional de Inversiones de Hong Kong.
Valorada en varias decenas de miles de millones, la Compañía Internacional de Inversiones de Hong Kong es verdaderamente una corporación reconocida a nivel mundial. Sin mencionar a los jefes y magnates profundamente inmersos en el mundo empresarial, incluso la gente común con un poco de conciencia financiera conoce la marca de esta empresa.
—¿Qué hace él aquí, no estará planeando adquirir Cloud Shadow Company y hacerse con la industria inmobiliaria de la región del Suroeste, verdad? —un ejecutivo en el público no pudo evitar especular.