Anna sabía que tenía que encontrar la manera de salir de esta situación sin involucrar a Noah. Él ya había hecho tanto por ella, y no quería parecer débil o dependiente. Necesitaba tomar el control de su vida y carrera por sí misma.
Lola, sin embargo, aún creía que Noah era el único que podía salvar a Anna de este aprieto. Si Noah se enteraba de esta reunión, podría no solo despedir a Lola sino también estar furioso con Anna por no haber acudido a él antes. Habían mantenido la verdadera naturaleza de esta reunión en secreto de él, y Anna sabía que las consecuencias podrían ser graves.
Anna miró a Lola como si quisiera decir algo más, pero cambió de opinión. Finalmente se había calmado y estaba lista para poner a George Borne en su lugar. Entró de nuevo en la sala con George sonriendo al verla mientras llegaba a su asiento.