"¿Listo?" Levi pregunta en la oscuridad del auto, justo antes de que salgamos.
Aguanto la respiración y miro mi vestido. Es una pieza elegante que me queda escandalosamente bien. El rojo burdeos de la seda combina perfectamente con mi piel bronceada, cabello castaño y ojos verdes.
Como dije una vez, el color favorito de Sebastián es el rojo. Esta vez planeo usarlo contra él.
Asiento lentamente. "Lo soy", digo.
Él sale del auto. Se da vuelta y viene a abrirme la puerta. Qué caballero tan perfecto, hace bien su papel.
Nada más salir noto que todas las miradas están puestas en nosotros, pero trato de fingir que no me afecta. Levi luce impresionante con un traje negro que se adapta a su musculatura a la perfección. Su cabello está peinado elegantemente. Se ve tan guapo que es imposible apartar la mirada.
Y efectivamente, a medida que avanzamos las chicas lo miran, aunque hay reticencias en sus gestos. Es evidente que le temen tanto como le añoran.