Richie ya no intentaba ocultarlo. —Creo que debes saber por qué te busco.
Steve era, de hecho, eficiente. En poco tiempo, las noticias de que se negaron a suministrar a algunas empresas farmacéuticas se habían extendido.
—Sr. Sánchez, si tiene algo que decir, dígalo. Realmente no tengo tanto tiempo para perder con usted. —El rostro de Mónica se oscureció.
Su aplomo sorprendió a Richie un poco.
Esa noche, aunque la actuación de Mónica no coincidía con su madurez juvenil, todavía le faltaba confianza. Además, siempre había pensado que Mónica tenía solo 25 años. ¿Cómo podría ella tener realmente la capacidad de administrar decenas de miles de millones de activos? Ahora, Mónica parecía haberlo convencido un poco.