—Deberíamos viajar en la nave espacial porque la nave espacial es rápida. La distancia de nuestra secta Secta Divina Kunlun a la Ciudad Vela Dorada es muy lejos —Helan Yuze se lo explicó—. No quería que se perdiera la subasta. Podía ver que Yue realmente quería ir allí.
—Se tarda una semana si usamos herramientas voladoras rápidas o bestias espirituales. Pero si usamos el mejor barco espacial espiritual, podríamos llegar más rápido —sacó una pequeña nave espacial que su maestra, Xiong Zi Ying, le había dado.
Así que Shenlian Yingyue montó en la nave espacial con Shenlian Wanyan, Helan Yuze y...
(Tiempo presente...)
Ella miró a Mu Anwen, Yuelan Rouxuan, Wang Pei Zhi, Sima Ke Xin y Tai Hua Lei, quienes caminaban al lado de Shenlian Wanyan y Helan Yuze.
Pudo entender que su hermano mayor, Sima Ke Xin, vino aquí porque Helan Yuze vino aquí.
En el pasado, dondequiera que estuviera Helan Yuze, siempre veía a Sima Ke Xin con él.