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Nunca pensé que los humanos serían capaces de hacerlo, pero parece que finalmente han logrado derrotarme.
Yo… el único e inigualable Gran Dragón Sen.
Lo intentaron e intentaron una y otra vez, y después de 1000 años, finalmente lo lograron.
Esa bruja … ¿quién era ella?
¿Siempre había alguien tan poderoso entre ellos?
No podía recordar los detalles exactos de los eventos ocurridos antes de mi muerte. Supongo que es la vejez. Recuerdo que los humanos siempre iban tras de mí. Siempre que encontraba un lugar para llamar hogar, los humanos venían y me atacaban sin razón alguna.
Ellos persiguieron y persiguieron a los de mi especie.
Mataron a mis amigos, mi familia, a todos los que amaba hasta que solo quedé yo. Sin nada y sin nadie, solo me quedó devolverles el favor.
Ojo por ojo, como dirían los humanos. Escuché a un humano gritar esa frase mientras me atacaba una vez.
Pero se acabó ahora. Finalmente puedo descansar en paz.
Mientras finalmente empezaba a aceptar mi muerte, comencé a escuchar ruidos extraños entrando en mi cabeza.
—¡Es un niño, un hermoso bebé!
Quise gritarle a quienquiera que estuviera arruinando mis últimos momentos de descanso.
¿Qué pasó? ¿No se suponía que debía seguir adelante?
—¡Míralo! ¡Es tan tierno!
¿¡Tierno?! ¿Quién se atreve a llamar tierno al todopoderoso dragón Sen?
Intenté echar un vistazo a los imbéciles que tomarían su último aliento.
Cuando finalmente encontré la fuerza para abrir los ojos, dos figuras borrosas comenzaron a aparecer en mi visión. Lentamente, mi visión borrosa comenzó a aclararse. Finalmente pude ver lo que tenía frente a mí.
Era un humano. Una mujer humana a la que comencé a examinar de cerca, ya que nunca antes había visto a un humano tan cerca. Tenía el cabello largo y negro con una cara en forma de huevo. Debajo de sus ojos había dos enormes bolsas negras, pero aunque parecía cansada, no podía evitar sonreír. Pero lo que más me sorprendió fue lo gigantesca que era esta mujer.
¿Esto era el infierno? ¿Estaba siendo torturado por gigantes humanos por todos los que había matado?
Quienquiera que fuera ese humano no era ordinario, tenía que escapar. Utilicé todas mis fuerzas e intenté volar.
—Incluso si son gigantes, nunca podrían alcanzarme en el cielo.
—Cuando intenté volar, no pasó nada. Luego me di cuenta de que ni siquiera podía sentir mis alas.
—Mi espalda... ¡se han ido! ¿Qué pasó con mis alas? Lentamente empecé a mirar hacia mi cuerpo y pude ver que tenía razón... esto era el infierno.
—Era un bebé humano.
—Al lado de la mujer había un hombre que me miraba como si fuera un trozo de carne. Estos viciosos humanos...
—Mira como se retuerce. ¿Puedo sujetarlo? —La mujer comenzó a pasarme al hombre que estaba a su lado. Hice todo lo posible para resistirme, pero no podía controlar mi cuerpo. Cada orden que le daba a mi cuerpo no parecía funcionar. Intenté gritar en protesta, pero todo lo que salió fue el sonido del llanto.
—Cuando el hombre me sostuvo en sus manos, dejé de intentar gritar. El llanto en la habitación se detuvo. Aunque no tenía control sobre mi cuerpo, al menos podía decidir cuándo hacer ruido o no.
—Oh, dejó de llorar. Creo que le gusta su papá —El hombre me miraba con una sonrisa espeluznante.
—Si tan solo pudiera defenderme.
—Espera un momento... ¿no era esta la oportunidad perfecta? Tenía una segunda oportunidad. La oportunidad de completar lo que no pude hacer antes. Así como ellos habían hecho con mi raza, ahora tenía la oportunidad de hacer lo mismo con la de ellos. Podría vengarme y matar a todos los humanos.
—Ga, ga ga ga
—Mira su risa tierna. Parece estar de buen humor ahora —Este hombre tonto. Me vengaré contigo primero. Intenté concentrar toda mi energía en mi boca y lengua. Lentamente reuní la saliva en mi boca esperando que se acumulara. Estaba funcionando... podía sentir las burbujas formándose en mi boca.
—¿Qué le pasa? Parece que está a punto de vomitar —Cuando el hombre se acercó a mi cara, ¡supe que era mi oportunidad! Abrí la boca y expulsé el líquido de mi boca con toda la fuerza y distancia que pude. La saliva voló la corta distancia y aterrizó justo en su cara. El hombre se estremeció y rápidamente me devolvió a la mujer.
—¡Qué asco! Creo que lo hizo a propósito.
—Ga, ga, ga —Empecé a reírme del patético humano.
—La mujer sonrió.
—Parece que vas a crecer siendo un problemático —Empecé a sentirme cansado. ¿Toda la energía que había consumido fue tratando de controlar mi boca? ¿No acababa de despertarme? Intenté luchar contra el sueño, pero no tuve éxito. Era como si alguien me hubiera hechizado. Este débil cuerpo humano...