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Nara recogió su teléfono aturdida, solo para ver un mensaje de texto.
Tomó una respiración profunda, se limpió las manchas de lágrimas en la cara y abrió el mensaje.
El mensaje era de un número desconocido, decía: «Hola, hemos recibido tu currículum. Por favor, ven a nuestra empresa para una entrevista. Instituto de Investigación Nora».
Nara miró el contenido, su expresión era de asombro y sorpresa.
¿Lo había leído mal?
Frenéticamente se limpió las esquinas de los ojos y miró el mensaje de nuevo, solo para ver que las palabras seguían allí, sin cambios.
De repente se levantó, mirando incrédulamente su teléfono.
¿Qué estaba pasando?
¿El Instituto de Investigación Nora respondió a su correo electrónico?
Estaba tan asombrada que se echó a llorar de alegría.
Mientras estaba impactada, un vecino dijo:
—Nara, ¿qué haces aquí? Acabo de ver a tu hermano mayor. Se veía furioso mientras pasaba. ¿Pasó algo en casa?
Nara se quedó sorprendida.