Gu Siting estaba al mando de un enorme negocio familiar y había sido testigo de innumerables incidentes. Ciertamente no entraría en pánico por un asunto tan insignificante.
—¿Hay alguna manera de aplacar esto? —Kuroda Shio negó con la cabeza seriamente—. Me temo que no, ¡las plataformas de redes sociales han explotado en Hua Land!
Ling Yan estaba tan furiosa que temblaba por completo. Su rostro se estaba volviendo pálido.
—Mu Weiwei consiguió el dinero, ¿por qué no cumplió su palabra? —No fue Mu Weiwei sino Fu Shiyi, de la Familia Fu, quien reveló la noticia —dijo Kuroda Shio mientras abría la página de Weibo de Fu Shiyi y se la mostraba a Gu Siting y a Ling Yan.
Al ver a la chica en el video, así como su expresión y mirada, Ling Yan tembló.
Qué mirada y expresión…
Era exactamente la misma forma en que Gu Weiwei le había demostrado repetidamente, cuando se filmó la escena. Era exactamente la misma mirada y expresión que le había dicho que interpretara.