Desde entonces, el ánimo de Tang Moyu había estado decaído y ninguno de sus amigos ni Feng Tianyi podían ayudarla a lidiar con las emociones desbordantes que había estado tratando de contener desde la revelación de su identidad como hija ilegítima de su padre.
Feng Tianyi se encargó de verificar las afirmaciones de Tang Wanyu acerca de una tal Yan Qiuyu, quien supuestamente era la madre biológica de Moyu. Se tomaría un tiempo antes de que la gente de He Lianchen pudiera darle una respuesta definitiva sobre la identidad de esa mujer, pero a Feng Tianyi no le importaba. Al menos él y Tang Moyu sabrían por dónde empezar.
No había esperado que la reunión de Moyu con su hermana mayor llevara a abrir una lata de gusanos que sus padres habían mantenido bien oculta de ella durante años. El diablo no podía imaginar cuán doloroso debió ser para su mujer descubrir que había sido tratada como una tonta casi toda su vida.