Chương 24: VIGÉSIMO CUARTA NOCHE.
- estoy en el punto de equilibrio apenas +1, si bajamos de cero caeremos al planeta, pero tampoco me puedo elevar
- ¿Qué necesitas para ganar altura?
- ¡Más potencia!
- ¡Mierda!
Lina va hacia la nave de Luz para extraer toda la energía de reserva almacenada en esa nave y transferirla a la propia, mientras tanto la nave comienza a temblar
- ¡Rápido Lina, estamos al borde!
- Ya estoy... a ver... ¡Es acá!, ¡Ahí va!
- Menta, la energía está llegando.
- Si, ¡ahora!
Menta inyecta máxima potencia a los motores, la tensión de la espera se mantiene durante unos cinco interminables minutos con todas en silencio mientras Menta aprieta con firmeza los controles inyectando potencia y evitando que la nave se mueva un milímetro hacia abajo
- Mierda, si vamos a acabar acá debería ser más rápido, ¿no?
- Estamos ganando altura
- ¡¡VIVAAAAA!!
Lentamente la nave va elevándose y así se va alejando del planeta
- Adiós Jefe, adiós Sami...
- ¿Estás dando una plegaria para esos dos, Mora?
- Mi parte de monja no puede evitarlo, Menta.
- Ya Menta, alejémonos de aquí rumbo a Madiere.
- Quedamos cortas de energía, vamos a tener que parar por ahí para cargar.
- Mora, busca un satélite de Júpiter para poder recargar un poco.
La nave tiene que repostar en una de las lunas de Júpiter alimentándose con energía solar, ahí permanecen un par de horas hasta completar lo mínimo necesario para completar el viaje, luego la nave da un par de vueltas por Júpiter e impulsada por la gravedad del planeta, se aleja rauda del sistema solar,
- ¡Necesito vacaciones!
- Déjame los controles a mi ahora, tu descansa.
Lina pone por un momento el piloto automático para tomar un breve descanso y ver a Luz. Pasado Neptuno Lina retoma el mando.
- Bueno, este será nuestro último momento en el sistema solar, adiós Tierra, nos volveremos a ver, antes de perderos haré una llamada
Lina hace una videollamada a Paula en la Tierra.
- Hola hija, ya estamos saliendo del sistema solar, creo que pasamos la órbita de Neptuno.
- Hola mamá, nosotros ya llegamos a casa.
- Genial, sólo quería despedirme de tí antes de perdernos en el cosmos, cuida a tu papá por favor mi amor, ya te veré luego, te quiero mucho.
- Yo también mamá.
La nave entra en el hiperespacio donde localizan un agujero de gusano que finalmente las desaparece hacia los confines del universo.
En tanto en la Tierra, Paula pierde la conexión de la llamada
- Mi mamá se fué...
- Lo siento, Paula.
- No te preocupes, Jorge, esto tenía que pasar tarde o temprano, a partir de ahora mi vida será distinta.
- Bueno, ahora me voy, mañana antes del colegio vengo a ver al huevo
- Está bien
Al irse Jorge, Paula se queda sola y por fin puede llorar a sus anchas, luego de un rato va a su cierto pero antes para a ver la incubadora donde está el huevo.
- Vaya prima, ahora que todos se fueron todo parece tan irreal, igual te las arreglaste para dejarme esto mientras te llevas a mi madre...
Paula deja la habitación y al rato vuelve, trae un objeto en su mano derecha que no podemos apreciar, de pronto Paula sube su brazo revelando lo que traía, un cuchillo,
- Así de fácil sería terminar todo..., me olvidaría de toda esta locura y viviría como una mujer normal..., total, ya todo da lo mismo, lo siento, prima...
Mientras daba vueltas a sus locas fantasías en la cabeza con ideas retorcidas mientras acaricia el canto opuesto al filo del cuchillo con la mirada fija en un punto indeterminado, en un momento algo la saca de sus pensamientos y siente el aura de una persona en el huevo, Paula se lo queda mirando y cree ver a la niña a unos cuatro años, impresionada, retrocede un par de pasos y suelta el cuchillo
- Nel... Nelvida... snif... ya veo... esto no se ha terminado, no hasta que mamá regrese...
El resto de la semana las cosas siguieron tranquilas, Daniela y Jorge van periódicamente a ver el huevo, el embrión dentro se va desarrollando de manera rápida, a Jorge le cuesta ver a su hija en el huevo de aspecto extraño pero Daniela, a pesar que no ve nada especial está especialmente sensible y le brotaron sus instintos maternales, cosa que Paula no manifestó a pesar que tiene sangre madeliana, pero es la única que puede ver su aura lo que la lleva a ver el huevo no como una cosa sino como una persona íntegra, lo que la inhibe de intentar algo en contra y que no sea capaz de hacerle ningún daño y al contrario, extrema sus cuidados. En el colegio Pamela se muestra más preocupada por Paula.
- Oye Paula, ¿cómo llevas eso del huevo?
- Mas o menos nomás, he llegado a pensar en deshacerme de esa cosa.
- ¿Pero serías capaz?
- Nop, y te lo voy a explicar, la noche que se fueron todas, yo estaba sola con el huevo, para mi es algo extraño, un engendro, y en ese momento llegué a pensar en deshacerme de esa cosa, pero cuando estaba pensando en eso de pronto sentí el aura en él, como el de una persona ya desarrollada y creí ver a la niña ya crecida, como de cuatro o cinco años, me miraba y sonreía, ese puro pensamiento fue capaz de quitarme las ganas que tenía, y desde entonces no he sido capaz siquiera de dañarlo con el pensamiento, pero aún así lo veo y es una cosa extraña para mí, generalmente trato de examinarlo en compañía, Jorge y Daniela han ido seguido a la casa y me han estado acompañando, ahí aprovecho de tomarlo y examinarlo, pero sola no sería capaz, con suerte me acerco.
- Ojalá pase rápido todo esto.
- Yo creo que si, yo puedo ver cómo se va desarrollando el embrión, es como si las capas que envuelven el huevo son transparentes para mí.
- ¿Puedo ir a verlo?
- Claro, además, me servirás de compañía.
- ¿Ultimamente ya no has sentido ganas de estar con alguien?, no necesariamente yo...
- La verdad es que no tengo cabeza para pensar en otras cosas, con suerte dejo un tiempo para los estudios pero no me siento con ganas ni ánimo, se me apagó el deseo, no quiero nada, quiero que todo termine rápido y que me dejen sola, perdona Pame.
- No te preocupes Pau, tómate tu tiempo
- Gracias.
A la semana siguiente llega un paquete a casa de Jorge, son los ejemplares de regalo de la revista de modas donde posa Luz, Jorge, quien recibe el paquete, lo abre y al ver su contenido se sorprende mucho, Daniela al escuchar el ruido aparece desde su cuarto:
- ¿Jorge? Jorge, ¿Qué pasa?
- Dani, es Luz...
Jorge se veía un poco conmocionado, está abrazando una de las revistas, Daniela toma otra revista y al ojear ve las fotos de Luz
- Es hermosa... ojalá volvamos a verla en buena salud
- Seh, eso espero también...
- Jorge, cuando Luz hizo este trabajo, me dijo que ojalá Jorge colocara su foto en su dormitorio, junto a las fotos de las otras mujeres
Jorge queda mirando a Daniela, y a la vez que sonríe una lágrima cae de su ojo.
Un día a la salida del colegio, Daniela y Paula van juntas a la casa de la última,
- Dani, yo tengo decidido ir a la universidad en Santiago, el próximo año, si todo marcha bien, para ese momento la hija de Luz ya habrá nacido.
- Entiendo, pero ¿y si llegara a necesitar algo de ti?
- No me iré inmediatamente, estaré unos meses más, ya que también me prepararé a conciencia para entrar con alto puntaje, quiero estudiar derecho.
- Está bien, lo que digas, Paula.
- En verdad ya no me queda mucho por hacer acá, es cierto, está mi padre y podría ayudar en la crianza de Nelvida, pero tengo planes personales también, además, si bien en algún momento me encapriché con Jorge, no creo que sea la mujer que él necesita... ¿eh?
Repentinamente Paula nota una presencia familiar, la dirección proviene desde atrás, Paula se detiene en seco y mira hacia atrás, pero no logra ver a nadie, para ese momento la presencia ya se había disipado.
- Paula, ¿pasa algo?
- Es extraño, de pronto sentí una presencia madeliana, quizá esté alucinando
- Pero eso no es posible, ahora sólo tu y la hija de Luz son las únicas...
- Seh... así es, tal vez no he superado aún del todo la partida de mi madre, vámonos.
A medida que pasan los meses la angustia de Paula se va disipando, al mismo tiempo que se desarrolla la niña en el huevo y de hecho va creando un vínculo con el pequeño ser, finalmente llega el día del nacimiento, las capas del huevo se deshacen solas ya con sus nutrientes agotados y aparece una bebé completamente sana, es Nelvida, Paula por fin en tanto tiempo siente cariño por alguien, en ese momento estaba su padre Dieter, Jorge, Daniela y Pamela.
- Sólo faltas tú, mamá.
Dado que Paula perdió la base que sustentaba su fortaleza mental, que era su madre, quedó como un barco a la deriva por un tiempo hasta el nacimiento de Nelvida, ese fue el momento cuando concibió la idea de hacerse madre también recordando las últimas palabras de su prima Luz exhortándola a cuidar a Jorge. Sin embargo quiso buscar su propio camino y al terminar sus estudios decidió estudiar en la capital, Santiago. Eventualmente allá conocería a alguien y es así como Paula se hace embarazada. Y de esta manera forja una nueva Y sólida fortaleza emocional ya no como hija si no ahora como madre de una niña llamada Marta. Mientras tanto, Luz hace el camino a Madiere junto a Lina (Nelbrade), Menta y Mora, quienes albergan la esperanza de no encontrarse con la flota aimo ni con integrantes del clan de los amigos de las armas.
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