Aureus bajo lentamente la gigantesca montaña, donde encontró a 4 criaturas que le resultaban familiares de alguna manera, probablemente son de esas 'razas vasallas' que menciono Critus.
Sin dudarlo Aureus se dirigió hacia ellos, son los únicos seres aquí, después de todos, es mejor que ir sin rumbo fijo.
Aureus descendió la montaña.
Los dorados se presentan al mundo por primera vez.
*** ***
Hekaton, Artemis, Leus y Lionel se encontraban en la base de la montaña sagrada.
La montaña sagrada, el centro de la isla sin nombre y el lugar más importante en los corazones de todos los habitantes ...
El lugar de residencia de los señores, sus dioses supremos ...
Actualmente, iban a conocer al primero de sus señores.
Por supuesto, no iban a pasar la montaña, eso sería una ofensa y un sacrilegio, solo los señores pueden permanecer en la montaña sagrada.
Las cuatro poderosas criaturas están actualmente increíblemente emocionadas, Hekaton y Lionel estaban rebotando de un lado a otro como si fueran niños, el serio Leus tenía una sonrisa en su rostro por primera vez en mucho tiempo, y Artemis ... su rostro estaba totalmente rojo, su pecho subía y bajaba con fuerza y su cuerpo temblaba de placer como si estuviera experimentando el mayor órgano de su vida.
De repente, un aura abrumadora apareció en la montaña, seguido de que el cielo se tiñera de color dorado, presagiando algo grandioso.
Los cuatro no podían contener su emoción, y la poca cordura que les quedaba se esfumó cuando vieron a una figura que descendía la montaña sagrada a paso tranquilo, su cuerpo flotaba relajadamente en el aire mientras sus relucientes alas doradas se agitaban, su cabello blanco puro se movía con el viento mientras sus ojos azules inspeccionaron a los 4 como un rey que mira a los plebeyos.
Inferioridad y reverencia absolutas, eso fue lo que los 4 sintieron al ver a esta criatura por primera vez.
Sin un ápice de duda, se arrodillaron ante este ser que reverenciaban desde lo más profundo de su ser.
"¡Mi señor!"
"¡Mi señor!"
"¡Mi señor!"
"¡Mi señor!"
*** ***
Aureus miro a las 4 criaturas arrodilladas frente a él.
No se sintió incómodo con su acción, en cambio, sintió que era lo más natural y obvio, como si cualquier otra acción fuera una falta de respeto hacia él.
Miro a los cuatro y pregunto con naturalidad, "¿Cuáles son vuestros nombres?"
Los cuerpos de los cuatro se tensaron ante la pregunta, en el momento en que escucharon la voz, sintieron una gran presión, como un campesino que escucha la voz de un rey.
Leus fue el primero en responder.
"Soy Leus, tu humilde siervo, mi señor", respondió el gigante humanoide con voz extremadamente humilde.
Al escuchar la voz de Leus, los otros 3 también reaccionaron.
"Soy Hekaton, mi señor"
"¡Soy Lionel, cumpliré sus órdenes!"
"Soy Artemis, su excelencia, soy útil como montura, o si quiere, también puedo ser su mascota ... ¡aahh..❤!"
Parecía que Artemis estaba demasiado excitada y emocionada, tanto que inconscientemente dijo lo que estaba pasando.
Por suerte para Artemis, Aureus no lo tomo en cuenta, estaba pensando en otra cosa.
"Se ha formado una civilización por nuestra influencia, ¿cierto?, llévame allí"
Leus, Hekaton, y Lionel no tuvieron tiempo de responder cuando Artemis respondió instantáneamente.
"Por supuesto mi señor, puede usarse de montura si gusta", se transformó instantáneamente en un fénix gigante de un kilómetro de largo envuelto en llamas doradas.
Normalmente, una criatura así sería extremadamente noble, pero ahora estaba agachada y llena de anticipación ante la idea de convertirse en la montura de otra criatura.
A Aureus no le importaba lo que pensaba Artemis, simplemente se sentó en su espalda, al mismo tiempo, le dijo algo a los cuatro, "Por cierto, me llamó Aureus"
"Aureus, Aureus, Aureus ... ", Artemis murmuró emocionada, como si temiera olvidar el nombre, los otros 3 también grabaron el nombre en sus cabezas.
Artemis, agitó sus alas, y despegó a la velocidad del rayo, atravesando el espacio increíblemente rápido, mientras los otros 3 los seguían a una velocidad que no perdía a Artemis.
Solo de esto, se puede ver su poder.
Mientras estaba en la espalda de Artemis, Aureus pensó en algo, "Por cierto, ¿Cómo se llama este lugar?"
Artemis se sorprendió por sus palabras, pero respondió de inmediato, "Nuestro hogar no tiene nombre, lord Aureus"
"¿No tiene nombre?", Aureus se sorprendió por un momento, "¿Por alguna razón en específico?"
"No tenemos derecho a nombrarlo, solo ustedes, los verdaderos reyes de esta tierra, tuenen todos los derechos aquí, eso incluye los derechos de nombramiento"
"Oh ... gracias por responder, buena chica", dijo mientras acariciaba las plumas de Artemis, causando que ella cayera en un estupor.
"Buena chica, buena chica, buena chica ..."
Mientras Artemis se perdía en sus pensamientos, Aureus tomó una decisión.
"¡Dado que somos la raza dorada, es natural que nuestro territorio lleve nuestro nombre, a partir de ahora, este lugar será conocido como el continente dorado!"