(Desde la perspectiva de Azul)
Volvimos a Querencia tres días después del banquete. Después de aquella noche, Cian se fue a la torre mágica de Querencia y se quedó allí. Dijo que había muchas cosas de las que hablar. No podía simplemente irme de inmediato, así que volví tres días después.
Era la primera vez en dos meses que sufría calambres. Los calambres no eran tan malos, pero mi estado de ánimo terminó volviéndose malhumorado. Fuimos directamente a la torre mágica y terminé vomitando durante quince minutos.
—¿Quieres acostarte, Su Alteza? —preguntó Ruby.
—No, solo quiero sentarme. Me duele la espalda de estar encorvada así durante quince minutos —dije y tomé asiento en una silla—. Dion ha estado gruñón desde la mañana, no sé por qué. Ha estado llorando mucho tiempo. No sé por qué él y yo nos sentimos así al mismo tiempo.
—¿Será algo del clima? —murmuró Ruby—. Hace mucho calor estos días. Quizás sea por eso.
—Quizás.