Cristóbal, sentado detrás de su escritorio, miró a Benjamín con curiosidad y preocupación. Percibiendo la urgencia en el comportamiento de Benjamín, se inclinó hacia adelante, con los ojos fijos en el teléfono en las manos de Benjamín.
Benjamín extendió el teléfono hacia él, con las manos temblando ligeramente.
Cristóbal lo tomó, preguntándose a quién había encontrado.
¿El enemigo oculto?
Cuando la mirada de Cristóbal se encontró con la pantalla, sus ojos se ensancharon y contuvo la respiración.
—Abigail —murmuró.
Su perfil lateral era inconfundible y sus rasgos estaban bellamente capturados.
Continuó mirando la foto en silencio, con la boca abierta. Estudió la foto, su mente acelerada, tratando de procesar la realidad ante él.
La mujer por la que había suspirado, la mujer cuya memoria lo había perseguido, ahora se materializaba frente a sus ojos. La imagen despertó una miríada de emociones en él: anhelo, confusión y un destello de esperanza.