Abigail evitó el contacto visual con él y se fue a la cama mientras él comía. Aún no había logrado calmar su acelerado corazón. Todo su cuerpo hormigueaba al recordar el incidente de hacía un rato.
Sonrió tímidamente y se escondió bajo la manta. Estaba emocionada y ansiosa por verlo, pero también nerviosa por enfrentarse a él.
Ya no tenía dudas sobre él y creía que la mujer que había visto con él solo era su amiga. También empezó a pensar que él estaba comenzando a gustarle. Por fin, él se enamoraría de ella.
Bajo la manta, Abigail se mordió el labio inferior. La alegría, la emoción y la anticipación se mezclaban en su corazón. Su cerebro estaba hiperactivo.
Estaba demasiado emocionada para dormir. Tenía curiosidad por lo que él haría con ella cuando se fuera a la cama. ¿Continuaría donde lo dejó?
—¿Uh? ¿Por qué late tan fuerte mi corazón? —se preguntó, colocando su mano en el esternón.