Un niño es ignorante hasta cierta edad, cuando la madurez finalmente llega, pensó Malfo.
—Mi madre era una mujer amable. Una mujer que cualquier hombre valoraría, pero mi padre no lo hizo. En cambio, la golpeaba y traía otras mujeres a la mansión, pues estaba harto de ella. No era inusual que un hombre de su clase tuviera amantes, pero usualmente lo hacían alejados de la mirada de sus esposas. Al Señor de Mythweald no le importaba. No lo sabía en ese entonces, pues mi mamá no decía nada al respecto y mi padre la trataba bien frente a mí. Murió antes de que yo cumpliera seis años… y mi padre volvió a casarse. No me permitieron visitar su tumba o, más bien, nadie sabía —dijo soltando la barra—. Forzaba a mi madre cuando así lo quería, y la olvidó sin dudarlo. Poco después me di cuenta de la naturaleza de las personas… Terminas siendo desconfiado en un ambiente semejante.
—Entonces Silas es tu medio hermano —dijo Cati.