La mirada de Jian se entrecerró ligeramente ante las palabras de Kaideon.
—¿Cómo es que tienes un método para enviar mensajes y no lo hiciste tan pronto como llegaste aquí? ¿Te das cuenta de que Veah estaba terriblemente preocupada por tu bienestar? —Jian le preguntó a Kaideon.
—Solo he estado aquí un día más que tú, Jian. Soy muy consciente de que he cargado a Veah, no hay un momento en que ella no esté en mi mente —Kaideon dijo con un pesado suspiro.
Jian recordó la diferencia de tiempo entre la fortaleza y esta dimensión. Habían pasado apenas una semana desde la desaparición de Kaideon en la fortaleza, era natural que no llevara mucho tiempo aquí.
—Te enfrentaste a una batalla al llegar aquí —Jian murmuró.
—¿Qué puedo decir? Los problemas parecen buscarme afectuosamente en los últimos tiempos... fue mejor un gólem que Azkar mismo —Kaideon respondió con una encogida de hombros casual.
—Es cierto —Jian no discrepó de las palabras de Kaideon.