—Xenon... ¿qué está pasando? ¿Estás bien? —preguntó Neveah con incertidumbre.
Hace un día, Xenon había estado perfectamente bien, Neveah no había escuchado que nada extraño hubiera ocurrido en el corto tiempo que no había visto a Xenon.
Los bajos gruñidos que salían de Xenon la dejaron sintiéndose inquieta y Neveah inhaló una profunda respiración antes de atreverse a dar otro paso hacia él.
Neveah se movió con cautela, algo estaba mal con Xenon y ella podía sentirlo pero no podía precisar qué era.
De él emanaba un aura extraña y no le daba ninguna respuesta a Neveah, tampoco reconocía su presencia.
Cuando Neveah estuvo lo suficientemente cerca, ignorando los gruñidos de advertencia de Xenon, extendió una mano hacia el hombro de Xenon pero su mano no llegó lejos.
La mano de Xenon se alzó de golpe para agarrar la de ella y los ojos de Neveah se abrieron ligeramente al sentir la sensación áspera y escamosa de su palma,