Lin Yun sabía que el lugar destruido por aquel pilar de luz era el valle donde había estado hasta recién, y que el pilar era, definitivamente, el poder del Dios Antiguo.
Durante miles y miles de años, el poder del Dios Antiguo había cubierto el valle pero, como el fragmento de alma estaba enterrado, ese poder nunca había salido a la superficie. Ahora que Lin Yun había sacado aquel fragmento de alma y lo había fusionado con otro, involuntariamente había desencadenado el poder que envolvía el valle. Cuando este eclosionó, lo destruyó por completo.
Pensándolo bien…
El valle tenía varios kilómetros de ancho. Si él no hubiera salido a tiempo, ¿acaso no habría quedado convertido en cenizas?
Demasiado escalofriante…
Lin Yun todavía tenía piel de gallina, su corazón latía como loco mientras examinaba los alrededores.