Tải xuống ứng dụng
62.06% El código del dinero / Chapter 16: 15 El cambio ya ha empezado

Chương 16: 15 El cambio ya ha empezado

En unos años, se han producido cambios en el mundo que, tal vez en su día, pasaron inadvertidos entre un maremágnum de noticias banales. Son, sin embargo, hechos importantes cuyos efectos ya se están manifestando ahora y otros lo harán pronto con la fuerza de un «tsunami» económico. Veamos algunos de los acontecimientos que ya han cambiado el mundo para siempre:

Allá por los años setenta del siglo pasado, Deng Xiaoping declaró: «Hacerse rico es glorioso». Así dio la salida en la carrera de la economía china hacia el «capitalismo rojo». Fue un aviso, probablemente no tomado en serio, de que iba a nacer un gigante económico. Si le preguntamos a un ciudadano chino: ¿comunismo o capitalismo?, responderá: «Qué más da que el gato sea blanco o negro mientras cace ratones». Sí, ratones: dinero. Y están cazando muchos.

En 1989 se desmantela el muro de Berlín, y el sistema comunista empieza a desintegrarse y desaparece de la faz de la tierra. En pocos años el comunismo se evapora. No defiendo ningún sistema económico, lo único que deseo señalar es el hecho de que desaparece el sistema económico que defendía al trabajador por un lado y que repartía la pobreza entre todos por el otro. En contraprestación a semejante precio, en el sistema comunista existía la seguridad en el trabajo, la vivienda, la sanidad, las pensiones y la educación; hoy, todas esas seguridades se han evaporado.

En la década de 1990-2000 el mundo vive una revolución en las comunicaciones y la informática: los PC se generalizan, Internet entra en nuestras vidas y negocios, el correo electrónico comunica personas, aparece el teléfono móvil, los motores de búsqueda en Internet democratizan la información, las redes sociales entregan el poder a las comunidades, la explosión de programas informáticos multiplican la productividad en el trabajo... Son tantas las transformaciones, que se puede hablar de un traspaso de una generación «analógica» a una «digital». El cóctel: «PC, Internet, satélite» transforma el mundo laboral al permitir desmembrar y realizar las partes de una actividad económica en diferentes partes del mundo (outsourcing).

Al inicio del año 2000 se produjo otro acontecimiento que cambió el mundo. Si recuerdas, entonces no se hablaba de otra cosa que de «el efecto 2000»: el cambio de siglo obligaba a revisar los calendarios internos de todos los grandes ordenadores del mundo para evitar el colapso informático. ¿Y dónde existía una fuerza laboral preparada, y a gran escala, para realizar ese ingente trabajo? En la India. Una vez resuelto «el efecto 2000» con éxito, el mundo desarrollado ha seguido confiando en los eficientes informáticos indios. ¿Para hacer qué?, para subcontratarles cualquier clase de trabajo virtual, por sofisticado que sea. La India es una gigantesca sucursal de empresas de todo el mundo a las que provee servicios de buena calidad y bajo precio. Así es como empezó el outsourcing digital.

En el año 2001 China consigue entrar a formar parte de la OMC (Organización Mundial del Comercio). Es la apertura de China. A partir de este momento las reglas cambian. Ahora pertenece por derecho a nuestro club. Existe el libre comercio entre China y el resto del mundo, sin aranceles, sin restricciones, sin cuotas, sin cortapisas. Y en unos pocos años, China se convierte en «la fábrica del mundo»; en consecuencia en

el resto del planeta empiezan a deslocalizarse fábricas completas a ese país. Un país — con una enorme población— entra en su era industrial y otros —menos poblados— salen de ella. Permíteme citar a Xavier Roig (de su lúcido libro La dictadura de la incompetencia): «El concepto de puesto de trabajo tal como se entendía hasta hace poco no tiene ningún sentido. Y defenderlo todavía menos. Los últimos años hemos visto que si el trabajo que lleva a término un trabajador de aquí lo puede hacer otro, lejos y a precios más económicos, este trabajo no tiene miedo de las distancias y emigra. Y si no se marcha, se queda pero en unas condiciones que lo aproximan a los costos que aquel trabajador lejano aplicaría. En consecuencia, los salarios de trabajos que se podrían hacer en China, pero que se hacen aquí, bajan irremediablemente». Esto afecta tanto a los trabajos manuales como a los intelectuales, no subestimemos el talento oriental porque China es ya el primer «productor» mundial de licenciados universitarios.

En el período 2000-2001 estalla la burbuja tecnológica puntocom. La especulación de dinero fácil sale en busca de otro mercado donde especular y aterriza en el negocio del ladrillo. Como EE. UU. baja sus tipos de interés hasta el 1% (y arrastra al resto del mundo a reducirlos), las hipotecas se abaratan hasta lo ridículo, en consecuencia los bancos deciden conceder más hipotecas al reducirse su margen, los precios de las viviendas se duplican, y empieza a gestarse la nueva burbuja, esta vez inmobiliaria, que estallará en 2007 contribuyendo a una crisis global. Muchos creían que comprándose una casa iban a hacerse millonarios, ¿no es una idea absurda? Y se endeudaron hasta las cejas para enriquecerse pero acabaron empobreciéndose. Lo que terminó por ocurrir es que el valor de sus flamantes viviendas bajó tanto que cuando llenan la nevera de provisiones el precio de su propiedad se duplica.

En agosto del 2007 empieza el período de precrisis previo a la crisis —previsible para el 2010 y más allᗠdebido a un sistema de crecimiento con modelos agotados. El endeudamiento familiar y estatal finalmente se ha pasado de la raya. Las espoletas de esta explosión son la falta de regulación a prácticas imprudentes en parte del sistema financiero internacional y la fantasía americana de que cada americano debía poseer su propia vivienda —pudiera pagarla o no— y que financiaron a través de la garantía de dos agencias hipotecarias federales, Fannie Mae y Freddie Mac, (como ves, con unos nombres muy chistosos que ahora, vistos los efectos, no tienen ninguna gracia) y que exportaron al mundo cifras que no caben en la mente de deuda hipotecaria incobrable. La revista Time lo expresó muy claro: la mayor exportación de EE. UU. al mundo, en el periodo de 2000 al 2007, fue deuda. ¡Deuda! Y el resto del mundo la compró en forma de bonos hipotecarios, por así decirlo. Warren Buffet, el mayor experto en inversión mundial, declaró la refinanciación de la deuda como «un arma de destrucción masiva», como así ha resultado. Para que lo entiendas, es como disponer de una tarjeta de crédito para pagar el dispuesto de otra tarjeta... Creo que alguien debería declararlo ilegal (la compraventa de deuda entre entidades financieras).

En el período 2015-2020, se retirará, por jubilación, una enorme masa laboral en Occidente. El baby boom (la mayor explosión demográfica tras la gran guerra) de los nacidos entre los años 1946 y 1964. Una generación que ¡cuadriplica a la anterior!, en muy pocos años necesitará de una pensión del Estado; y algo peor: retirará del mercado bursátil sus ahorros para gastarlos. ¿Están preparados los gobiernos para hacer frente a ese inmenso gasto social? ¿Y podrán los mercados financieros absorber esa retirada de recursos sin un desplome en las cotizaciones de las Bolsas? Respuesta: nadie lo sabe, porque nunca en la historia se han producido semejantes circunstancias. Si tienes acciones o fondos de inversión en renta variable, tenlo presente. Pronosticar un

hundimiento de la bolsa no es especular, ocurre periódicamente; la diferencia del próximo con los precedentes es que éste afectará a muchos más inversores.

El año 2000 se considera como el punto de inflexión entre la vieja era industrial y la nueva era de la información. Las reglas del juego han cambiado porque los tiempos han cambiado. Las personas que juegan con las reglas viejas, pierden; quienes juegan con las nuevas reglas sabidas, ganan.

-------------------------------------

Era Industrial

Más trabajadores que jubilados

Se valoraba la experiencia

La edad avanzada, una ventaja

Promoción a partir de los 50 años

Retiro garantizado

Mercados y competencia locales

Un empleo fijo de por vida

Seguridad laboral

Empleados

Coeficiente Inteligencia

Mente lógica

Trabajos de cuello azul

-------------------------------------

Era Información

Más jubilados que trabajadores

Se valora la imaginación

La edad avanzada, un hándicap

Promoción hasta los 40 años

Retiro no garantizado

Mercados y competencia globales

Muchos empleos temporales

Libertad profesional

Agentes libres

Coeficiente Emocional

Mente holística

Trabajos de cuello blanco

-------------------------------------

Como puedes ver los cambios son de un gran calado. El problema es que muchos, la mayoría, manejan los paradigmas de la era industrial en plena era de la información. Juegan un juego nuevo con reglas viejas. ¿Adivinas el resultado?

Durante la era industrial, una licenciatura capacitaba para ejercer una profesión de por vida, ahora la autocapacitación debe extenderse de por vida para estar al día. Antes una carrera profesional estallaba a partir de los cuarenta años, hoy empieza a decaer a esa edad. En la era industrial una carrera universitaria era una garantía de futuro y un certificado de estatus económico, en la era de la información no garantiza ni un buen sueldo ni un empleo. Hoy nuestros estudiantes temen no tener trabajo cuando terminen sus estudios.

Una buena educación académica no es suficiente.

La historia prueba que el fenómeno del empleo masivo de mano de obra es reciente, apenas tiene cien años. Antes de la era industrial, habían más «emprendedores» que

«empleados», el 90% mientras que en la actualidad no llegan al 15%-20%. Nuestra sociedad ha olvidado las habilidades y la mentalidad del emprendedor. Tendrá que desempolvarlas porque esta proporción se revertirá en el futuro y regresaremos a una

economía de emprendedores, propietarios de su pequeño negocio personal, y que podrían alcanzar el 90% de la población activa.

Si te queda mucho para jubilarte, empieza a hacerte a la idea de que se avecinan cambios y de los gordos. Viaja al futuro, haz del cambio un modo de vida. Si quieres tener garantías de trabajo e ingresos, procura no ocuparte en nada que pueda hacerlo más rápido un ordenador o más barato un asiático. Es fácil de recordar.

Hay otra opción, pero no sé si te gustará, y es mudarte a Asia, allí ahora empieza la era industrial; aunque me temo que van servidos de personal: cientos de millones de trabajadores agrícolas aguardan un trabajo industrial. Hace poco me entrevistaron en una cadena de TV y el locutor mencionó que un empresario reconoció delante de esas mismas cámaras que acababa de proponer a toda su plantilla desplazarse a China para conservar su empleo. No estás leyendo opiniones, no es teoría, está pasando en este momento.

Las empresas occidentales empiezan a tenerlo claro —aunque no todas—. Recortar los costes un poco allí un poco allá o reducir plantillas... no servirá de nada. Al final las actividades económicas que empleen mucha mano de obra deberán empaquetar y trasladarse a países emergentes. No se tratará de una estrategia para aumentar beneficios, que nadie se engañe, sino para sobrevivir. Es un final tan previsible como el de una mala novela.

Los estudios pronto probarán que el empleo de por vida, estable, bien retribuido, con ventajas sociales... ha entrado en el museo de la historia económica.

Primero exportamos empleos básicos, después empleos sofisticados. Empleos de todas clases (de cuello blanco y de cuello azul) emigran de continente. Y ¿Cuál es la solución?: los trabajos de cuello dorado, aquellos que desempeñan los free lance, los agentes autónomos, los emprendedores con su negocio personal que viven de su creatividad y su talento.

Cuello azul, cuello blanco, cuello dorado... ¿Qué color predomina en tu armario?

En 1970 (no hace tanto, yo aún me acuerdo de los programas de la TV de entonces), para descargar un buque de carga se precisaban 108 estibadores trabajando cinco días. En el año 2000, bastaban 8 hombres durante un día. Eso es un 99% menos de recursos empleados. Tal vez estas historias de cuellos azules no te alarmen y te sientas seguro en una ocupación de cuello blanco. Pero te aseguro que la revolución afectará a todos, usen cuello azul o blanco.

Y una última reflexión: cuanto más rutinario sea un trabajo, más exportable es, digamos, a Bangalore (el Silicon Valley de la India). Los trabajos rutinarios morirán en Occidente, tal vez en todo el mundo: ¿no es una gran suerte, una inmensa liberación? Es una buena noticia con apariencia de mala noticia.

Nuestra generación, antes de jubilarse, asistirá a una transformación laboral como no ha conocido jamás. No sé qué nos deparará el futuro, lo que sí sé es que no nos aburriremos.

Mientras tanto, las mayores empresas contratantes del futuro ya no serán las grandes corporaciones multinacionales, ni las medianas empresas, ni los bancos, ni los gobiernos… serán empresas de trabajo temporal (ETT). Hace poco estuve en Bruselas

—el corazón de Europa—; mientras recorría el céntrico Boulevard Anspachlaan, conté más de 20 empresas de trabajo temporal en menos de cien metros. Cuando me cansé dejé de contarlas. ¿Para contratar a quién? A todos: obreros (temporales), licenciados

universitarios (temporales), directivos medios (temporales), directores generales (temporales). ¡Todos los niveles del organigrama! No la tomes con tu jefe, él está tan pringado en todos estos cambios como lo estás tú. De hecho, él podría ser el siguiente. La temporalidad ha tomado posesión de todos los niveles del organigrama. El gran cambio no es opcional, pero sí es democrático ya que afecta a todas las estructuras en horizontal y en vertical.

¡Sálvese quien pueda! El cambio no es ni bueno ni malo, simplemente es y requiere flexibilidad; y quien no sea flexible, sufrirá. El mundo ha entrado en una fase de cambios exponenciales y hay que aceptarlo, de modo que la solución que se me ocurre es que todos nosotros cambiemos de la mejor manera con el mundo. ¿Te acuerdas de cómo era el mundo hace diez años? Pues en lo sucesivo, todo irá más rápido hasta llegar a lo impensable en este momento. Nuestros padres recibieron asombrados unos pocos cambios revolucionarios en toda su vida; nosotros lo hacemos a diario, forman parte de la normalidad.

El cambio es algo viejo para la humanidad, lo nuevo es la velocidad en la que se produce hoy. Hagas lo que hagas, el cambio va a ocurrir. Lo único verdaderamente cierto es: «Todo pasa», un principio muy zen, deberíamos tenerlo presente.


next chapter
Load failed, please RETRY

Tình trạng nguồn điện hàng tuần

Rank -- Xếp hạng Quyền lực
Stone -- Đá Quyền lực

Đặt mua hàng loạt

Mục lục

Cài đặt hiển thị

Nền

Phông

Kích thước

Việc quản lý bình luận chương

Viết đánh giá Trạng thái đọc: C16
Không đăng được. Vui lòng thử lại
  • Chất lượng bài viết
  • Tính ổn định của các bản cập nhật
  • Phát triển câu chuyện
  • Thiết kế nhân vật
  • Bối cảnh thế giới

Tổng điểm 0.0

Đánh giá được đăng thành công! Đọc thêm đánh giá
Bình chọn với Đá sức mạnh
Rank NO.-- Bảng xếp hạng PS
Stone -- Power Stone
Báo cáo nội dung không phù hợp
lỗi Mẹo

Báo cáo hành động bất lương

Chú thích đoạn văn

Đăng nhập