—Punto de vista de Oriana Mengral.
Detrás de unos ventanales oscuros, dentro de una sala de observación que permitía ver toda la arena de combate de la sección de combate, Oriana había visto todo lo necesario con sus propios ojos.
Simplemente se había quedado sin palabras, aunque no mostró una reacción tan sorprendente porque ya sabía a dónde llegarían los resultados.
Después de todo, lo había visto antes en su clase, y desde entonces no se había vuelto a sorprender demasiado.
Por supuesto, lo que acababa de ver fue bastante increíble.
Fue algo que ella no esperaba del todo, pero conocía los resultados más o menos.
Sin embargo, Oriana no estaba sola.
Una de sus compañeras también vio todo lo sucedido, pero en comparación con Oriana, ella estaba aún más sorprendida. Aunque lo había visto antes, esto cambiaba muchas cosas.
La profesora Aria miró con los ojos muy abiertos a Oriana.
Oriana, por su parte, sabía lo que diría.
Aria parpadeó, todavía procesando lo que había visto.
"Oriana... ¿Qué... qué fue eso?"
Oriana soltó un suspiro, anticipando la pregunta.
Ella conocía su reacción y entendía por qué estaba así.
"Eso, Aria, es lo que llaman el mayor talento que haya existido."
Fue su respuesta.
Cualquiera diría esa respuesta después de observar todo.
Sin embargo, algunos dirían lo contrario ya que no aceptarían ese gran talento por orgullo o por simple celos.
Las personas tienden a tener pensamientos negativos hacia otras personas que son simplemente mejores que ellos; sin embargo, cuando sus celos llegan a cierto punto, hacen todo lo necesario para deshacerse de ese talento.
Oriana conocía muchos de esos pensamientos en las personas, sin embargo, Aria no expresaba tales pensamientos hacia Asher.
Mirando a su lado, los ojos de Oriana se fijaron en el rostro de Aria, cuyos ojos estaban abiertos de par en par.
Ella seguía en estado de shock, aunque ya habían pasado unos minutos desde que Asher se había ido.
"Aunque es realmente increíble, controla tus emociones."
Aria entonces inmediatamente se recompuso y luego se aclaró la garganta.
"Ejem..."
Mirando a Oriana, Aria parecía una de esas personas con pensamientos muy calculados, sin embargo, en ese momento era diferente.
"Lo siento."
Ella se disculpó.
Los profesores en la academia Laosa tienen una regla muy estricta de ser neutrales con los cadetes.
A menos que suceda algo relativamente malo, como una pelea entre cadetes en otras áreas que no sean la sección de combate o entrenamiento, o cuando los cadetes usan magia en algún lugar de la academia, en esos momentos los profesores deben ponerse en acción.
"Haa... Nunca pensé ver a alguien así en mi vida."
Aria dejó escapar un largo suspiro; su expresión estaba normal y más relajada.
Finalmente se había calmado y, después de unos segundos, había vuelto a ser la misma de siempre.
"¿Desde cuándo lo conoces?"
"Hace poco tiempo."
"Cuando lo conociste, ¿había mostrado alguna vez algo así?"
"No, realmente."
Aria suspiró ante las respuestas de Oriana.
Sinceramente, parecía que incluso Oriana había visto el talento de Asher por primera vez.
"¿Lo viste?"
"Eh..."
"Su creación de armas y esa habilidad que nunca había visto, pero también... ¿sabes qué demonios es esa magia oscura?"
En particular, Oriana no sabía nada al respecto sobre la extraña magia oscura que Asher tiene.
Sin embargo, como profesora, no se le permite investigar o intentar sacar información del cadete.
Sería como romper una de las reglas más importantes de la academia; incluso el director Wilbek tendría que intervenir en un asunto así.
Aria conocía esa regla, sin embargo, no le estaba preguntando al cadete, sino a Oriana.
Sabiendo que el cadete tiene una profunda relación con Oriana, Aria pensó que quizás podría obtener información adicional de ella.
"Lastimosamente, no sé nada. Es la primera vez que veo esa magia, y antes él nunca la mostró."
Antes de que Aria hablara, Oriana continuó.
"Sin embargo, Asher tiene a un amigo. Es alguien que no conozco, pero lo vi una vez."
"¿Y qué tiene que ver?"
"Fue algo extraño, pero ese amigo de Asher parecía tener la misma magia oscura."
Por supuesto, Oriana se refería a Encrid.
En los primeros días de entrenamiento de Asher en el castillo, Encrid fue visto por Oriana; sin embargo, a él no le importó revelarse.
"Entonces, ¿la única respuesta que tienes es sobre ese amigo?"
Oriana asintió.
Encrid, por supuesto, es la única fuente de información sobre la magia de la oscuridad; sin embargo, él ni siquiera le dice nada a Asher, aun siendo su descendiente.
"Pero no lo he vuelto a ver, pero si lo miro..." Su voz se pausó.
Aria miró extrañada el repentino comportamiento de Oriana.
Al ver su rostro, Aria notó que Oriana parecía un poco nerviosa, y aunque no lo mostraba casi nada, Aria pudo darse cuenta.
Ella tenía un poco de miedo, pero también parecía un poco admirada.
¿Quién es realmente el hombre al que Oriana se refería?
Fue su pregunta; sin embargo, Aria no sabía nada de esto.
"Bueno, está bien, no es necesario que nos involucremos en la vida personal de Asher."
"Recuerda que tenemos reglas que cumplir."
Oriana expresó sus palabras, y Aria lo entendió.
"Lo entiendo."
Ella afirmó.
Después de todo, sus reglas no les permiten preguntar cosas a los cadetes; solamente enseñar, eso es todo.
"Ring."
Fue entonces que un pequeño sonido provino de la muñeca de Oriana.
En ese momento, Oriana sacó un dispositivo de su muñeca; parecía un reloj, pero un poco diferente.
"El director Wilbek nos quiere reunidos."
Era una notificación.
"Podría ser algo importante."
"Vamos."
Ambas salieron de la pequeña sala de observación y caminaron por los largos pasillos de la academia hasta llegar a la oficina del director Wilbek, donde todos los profesores ya estaban presentes. Todos parecían un poco nerviosos.
"Debe haber algo importante de qué hablar."
Oriana pensó después de entrar por las puertas doradas con marco e intrincados detalles dorados.
Al ver el rostro del director Wilbek, parecía que era algo sumamente importante, y entonces su voz resonó cuando todos los profesores estaban presentes.
"Tenemos un problema a nivel mundial."
Todos quedaron callados, y sus rostros mostraron sorpresa.
***
—Cambio de escena.
—Punto de vista de Asher Frostblade.
Estando en su habitación, Asher se dejó caer en su cama blanda y muy suave; la fibra de seda en la colcha de la cama tenía una sensación de comodidad.
"Haa... Las habilidades fueron un éxito."
Sinceramente, Asher no pensaba que algo cambiaría tanto en el consumo de sus habilidades con respecto al nuevo control de maná que obtuvo.
Sin embargo, resultó ser todo lo contrario.
El nuevo control de maná que ahora tiene es realmente increíble, a pesar de no ser uno muy avanzado como el de un mago de octavo o noveno círculo.
Sin embargo, por el momento, Asher estaba más que satisfecho con sus resultados.
Tenía unas cuantas habilidades más, pero su consumo de maná no era como el de las otras dos.
"Por lo visto, las habilidades ahora son más efectivas."
"Pero aún necesito más control de la nueva habilidad."
Aunque apenas acaba de aprender el nuevo control de maná, aún es un poco inestable, y eso significa que todavía no da todo su potencial.
Asher lo sabía y, por lo tanto, revisó el libro.
Leyó cada palabra, pero fue inútil.
"Ya no hay nada importante."
El libro prácticamente estaba terminado y no tenía nada más que Asher necesitara; sin embargo, necesitaba un poco más.
Por el momento, lo dejó de lado.
Era día sábado y no había clases los sábados y domingos, por lo que los cadetes tenían dos días libres.
Sin embargo, estos días libres normalmente los cadetes los usan para entrenarse y absorber maná para poder llegar lo más rápido posible al segundo círculo.
Asher estaba en el segundo círculo y era el más fuerte de primer año; sin embargo, no se podría decir lo mismo de los años superiores, como los de segundo a quinto año.
Asher sabía que esos cadetes tenían poderes y habilidades muy por encima de las suyas.
"Ciertamente no puedo competir con un cuarto círculo."
A pesar de poder derrotar a un tercer círculo bastante fácil, es diferente cuando se trata de un cuarto círculo.
Estos magos tienen habilidades y un poder destructivo mucho más alto que un tercer círculo.
Por ejemplo, sería como una hormiga tratando de vencer a un escarabajo; así sería la brecha de poder entre un tercer círculo y un cuarto círculo.
Ciertamente es una brecha de poder bastante alta, e incluso para algunos sería imposible de alcanzarla.
"Aunque sea un tercer círculo, aún no podría derrotar a un cuarto círculo."
"Sus habilidades son mucho más grandes."
Asher, por supuesto, sabía bastante sobre qué tan fuerte es un cuarto círculo, pero eso no se aplica a un quinto, sexto o séptimo círculo, e incluso a los de octavo y noveno círculo.
Esos magos, ¿qué tan fuertes son y hasta dónde pueden llegar?
¿Qué tanto pueden destruir con sus habilidades?
"Un noveno círculo podría ser bastante fuerte."
Ciertamente, depende de la afinidad del mago.
Si es una afinidad bastante débil, un mago de noveno círculo no sería muy fuerte en comparación con otros de noveno círculo.
Cada afinidad elemental o afinidad única tiene un poder y crecimiento únicos.
Sin embargo, el crecimiento de la afinidad de oscuridad es alto. También está la afinidad de luz de Gloriana; su crecimiento es igualmente desconocido.
Pero la afinidad de luz es comparable a la de oscuridad; después de todo, ambas son sus contrapartes, pero las dos tienen características especiales.
Por ejemplo, la afinidad de luz, su poder no es tan enorme como el de la oscuridad.
Asher aún desconoce las afinidades únicas y también las de oscuridad y luz.
"Solamente sé que las afinidades únicas son unas pocas."
Entre estas afinidades que Asher conoce están la afinidad del tiempo, afinidad de magnetismo, afinidad de sonido, afinidad de psicoquinesis y la afinidad de telequinesis.
Son algunas que conoce actualmente, pero hay menos de cinco más que Asher aún desconoce y no tiene ninguna idea de cómo son.
Aunque tampoco sabe cómo se ven las afinidades que Asher conoce, en especial la de tiempo.
"Quizás trata de cosas como congelar el tiempo, retroceder en el tiempo o detener el tiempo."
Es relativamente desconocido cómo funciona la afinidad del tiempo; solo preguntándole al director Wilbek sus preguntas serían resueltas.
Levantándose de la cama, Asher decidió ir a un café y entonces salió de su habitación.
***
—Cambio de escena.
"Aquí tiene su orden."
Mirando el café en la mesa, Asher lo tomó y entonces...
Sorbo.
Bebió un poco y sintió que su garganta se refrescaba, aunque el café estaba caliente, eso no era ningún problema.
"Es aún más delicioso asi."
Después de todo, una simple quemadura no era nada para Asher; el dolor era un viejo conocido y, para él, no representaba un gran problema.
Era un simple capuchino normal, pero Asher lo saboreaba como si fuera el manjar más exquisito del mundo, casi como si estuviera bebiendo lo último que probaría en su vida. El café era su pequeño refugio en medio del caos.
El café, ese elixir sagrado para muchos, era su mayor placer, el cual disfrutaba en soledad, con la misma devoción todas las mañanas, tardes y noches.
"Haa..."
Dejó escapar un largo suspiro mientras su mirada se perdía en el techo del lugar. A su alrededor, unas pocas mesas estaban ocupadas por cadetes que también disfrutaban de su café; el sitio no estaba abarrotado.
Sin embargo, es mejor así.
Asher no quería que nadie lo molestara en ese preciso momento.
Sumido en sus pensamientos, no se dio cuenta de que alguien se acercaba por detrás hasta que sintió cómo unas manos suaves le cubrían los ojos.
"¿Quién soy?" preguntó una voz femenina, intentando (sin mucho éxito) sonar misteriosa.
Asher no necesitaba ser un genio para reconocer esas manos. El toque, aunque breve, le resultaba muy conocido.
"Luna," dijo con calma.
De inmediato, Luna retiró las manos de los ojos de Asher, y él levantó la cabeza para encontrarse con esos ojos color ceniza que siempre parecían ocultar algo más. Su largo cabello blanco caía como una cascada sobre sus hombros, y su piel pálida contrastaba con la cálida luz del lugar.
"¿Qué haces aquí?" preguntó Asher, arqueando una ceja.
"Eh... S-Solo... estaba de paso, sí, eso estaba haciendo," respondió Luna, claramente intentando sonar despreocupada, pero su torpeza era evidente.
Asher no era del tipo que se preocupaba por detalles menores, así que no le dio mucha importancia a la mentira evidente.
"¿Por qué está nerviosa? ¿Y por qué su rostro está tan rojo? ¿Acaso estará enferma?" pensó Asher, mientras observaba cómo Luna tomaba asiento frente a él.
"¿Estás enferma?" preguntó al fin, entrecerrando los ojos.
"Tu rostro está bastante rojo; creo que tienes fiebre o algo parecido."
Luna se tapó el rostro inmediatamente, como si con eso pudiera ocultar su vergüenza. Asher, en su habitual calma, extendió la mano antes de que ella pudiera reaccionar.
"No tienes fiebre, entonces, ¿por qué te ves así?" preguntó, con su mano ahora en la frente de Luna.
"Oye... N-No hagas..." balbuceó ella, susurrando entre dientes y ocultando su rostro aún más detrás de sus manos.
"Supongo que estás bien," concluyó Asher, retirando su mano con una indiferencia que solo servía para poner a Luna más nerviosa.
Ella volvió a cubrirse el rostro, ahora completamente roja, y murmuró algo tan bajo que apenas era audible.
"Cálmate, no estoy enamorada... ¿verdad?"
Asher, demasiado absorto en sus pensamientos como para prestar atención a sus palabras, continuó mirándola fijamente, sin darse cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo en la mente de Luna...