La otra parte no se había dado cuenta de lo peligroso que había sido ese salto hace un momento y miró a Su Xiaochi, confundiéndola con una asistente común.
—Un solo día separados se siente como una eternidad, no tienes idea de cuánto desean mis fans que fuéramos inseparables.
Chen Xin dijo esto y hasta ella tembló con sus propias palabras, incapaz de resistir sacudir su pequeño cuerpo.
—Ser inseparables no es realmente necesario, ¿y solo llevas una chaqueta delgada con este frío? —comentó Tang Shu, sintiéndose impotente.
—¡Guau~~~ Xiao Shushu, en realidad te preocupas por mí? Si esta conversación se publicara en línea, ¡esos fans que apoyan nuestra pareja se volverían locos! —exclamó Chen Xin.
Una risita vino desde dentro del coche, que luego se hizo más y más fuerte, al parecer de varias personas.
Al subir a la furgoneta, Tang Shu se dio cuenta de que Wang Honghong y los demás ya habían llegado.
—¿Ustedes tomaron el mismo vuelo que yo? —preguntó Tang Shu.