En aquel tiempo, China estaba en crisis, y las Llanuras Centrales se habían convertido en un campo de batalla.
Numerosos empresarios adinerados huyeron del país, buscando refugio en el extranjero o en Asia sudoriental.
Los sucesores de la Secta Gui no eran diferentes, vagaban por los países de Asia sudoriental. Debido a la potente técnica médica de la Secta Gui, se establecieron fácilmente en Asia sudoriental y fueron honrados como invitados de honor por la nobleza y la realeza de allí.
Aunque el heredero de la Secta Gui, confiando en sus habilidades médicas, podía disfrutar de una vida sin contratiempos en Asia sudoriental, debido a la crisis nacional de China, muchos de los herederos de la Secta Gui regresaron a China, decididos a servir al país y al pueblo.
Debido a esta decisión, los trece descendientes de la Secta Gui salvaron a muchos ciudadanos chinos.