Los chicos se dirigieron al transporte del hotel. Mientras caminaban por el aeropuerto, los chicos miraban a su alrededor, aún inquietos por la falta de fans enloquecidos.
Algunas personas miraban en su dirección, pero en su mayoría se debía a su buena apariencia y a los enormes guardaespaldas a su lado.
Jaeyong se aclaró la garganta y le dio una palmada en el hombro a uno de los guardaespaldas.
—¿Pueden dar un paso atrás? —preguntó tímidamente.
El guardia mantuvo su mirada en el perímetro.
—No, señor —dijo—. Es nuestro deber protegerlo.
Jaeyong miró al suelo mientras más personas miraban en su dirección. —Desearía que nos hubieran protegido así en Corea —murmuró.
—¡Algunos están tomando fotos de nosotros! —susurró Jisung con emoción.
June se volvió hacia la gente que les tomaba fotos y negó con la cabeza.
—No son fans —dijo, haciendo que los demás se desanimaran.