—Maldición —murmuró Akira—. ¡Yo también quería ir al espectáculo!
—Ren lo miró con las cejas levantadas—. Solo lo dices en teoría —dijo—. Definitivamente no puedes vivir en medio de la nada sin tu teléfono.
—Definitivamente puedo —se jactó Akira, cuadrando los hombros—. ¡No me conoces!
—No puedes —dijo Ren, desafiando su declaración.
—¿Sin tu comida favorita?
—Akira chasqueó la lengua—. ¡Fácil! Solo cazaremos algunos pollos y los freiremos allí mismo.
—¿Sin tus videojuegos?
—Akira frunció los labios—. Es solo un poco más de una semana. Puedo sobrevivir tanto tiempo.
—¿Sin tus dramas favoritos?
—Los ojos de Akira temblaron, sintiéndose ya desafiado—. Bueno...
—¿Sin mirar las tendencias? Tienes el peor caso de FOMO —continuó Ren.
—Akira suspiró. Ese era su punto de quiebre.
—Tienes razón. Estoy contento de no estar allí.
—Oh no, mis dramas —exclamó Jisung, ya angustiado—. ¿Cómo voy a vivir sin ver mis programas favoritos?